ALONSO DE GARAY, EL ARQUITECTO DEL NUEVO INFIERNO
En la actual época dorada del beisbol, este joven arquitecto edificó un nuevo santuario para los aficionados de Los Diablos Rojos.
El nuevo infierno es la reciente casa del equipo de beisbol Los Diablos Rojos del México. Antes de que la primera bola fuera lanzada, este recinto habitó en la mente de Alonso de Garay, quien junto con el despacho basado en Chicago, FGP Atelier, fueron los responsables de llevar a cabo este proyecto. “La intención desde el inicio era integrar, de alguna forma, ‘los distintos Méxicos’: una dualidad entre el pasado prehispánico del juego de pelota con lo moderno del beisbol”, comparte Alonso en entrevista, y califica al estadio como uno sencillo de seis estructuras piramidales, techo y un solo acceso, elemento que lo distingue de otros en el mundo y le otorga un halo ceremonial.
El rasgo distintivo de esta edificación es una estructura traslúcida que se aprecia desde cualquier ángulo y que, en palabras de su creador, da la impresión de que “va a despegar”: “Los pilares del pasado con las alas del futuro”, dice.
De Garay cuenta que el objetivo era integrar el edificio de forma natural al contexto urbano para crear una conexión con la ciudad y al mismo tiempo alejarse del arquetipo de una instalación deportiva convencional.
En la nueva época de oro para este deporte, en el que su popularidad va en crecimiento e incluso hay una inversión y respaldo por parte del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, este nuevo espacio se ha convertido en un emblema del resurgimiento del beisbol y coloca a su creador en las grandes ligas de la arquitectura mexicana contemporánea.