EN EXCLUSIVA (MUNDIAL)
Diego Boneta, César Bordón, Fernando Guallar y la productora Carla González Vargas nos hablan de la nueva temporada de
En exclusiva mundial, los actores Diego Boneta, César Bordón, Fernando Guallar y la productora Carla González Vargas nos hablan de la segunda temporada de Luis Miguel, la serie, que aseguran, no tiene nada que ver con la primera, y que mostrará a un Micky mucho más maduro, pero con una vida mucho más compleja.
Las reglas del juego han cambiado para Luis Miguel. La muerte de su papá, Luisito Rey, lo ha hecho avanzar hacia una casilla que jamás pensó ocupar: la de jefe de familia. Ahora debe mover sus fichas para encargarse de sus hermanos Alejandro y Sergio, además de que en su tablero apareció también un nuevo jugador: su hija Michelle.
Y mientras en lo profesional va sumando puntos (su fama y fortuna siguen creciendo como la espuma), en lo personal el marcador va a la baja, primero, por el fallecimiento de su manager Hugo López y, después, porque su carrera no le permite enfocarse ni en sus hermanos ni en su hija. Tendrá entonces que tomar decisiones duras y muy, muy drásticas.
La temporada 2 de Luis Miguel, la serie, que Netflix estrena a nivel mundial el domingo 18 de abril, promete mostrar al protagonista en dos líneas de tiempo: el Micky de 1996, con sus tres discos de bolero que son un gran éxito, y regresa al pop romántico con su álbum Nada es igual, y, por otro lado, el “El Sol” de 2004, cuando lanza su primer disco con mariachi México en la piel, y ya ha protagonizado sonadas historias de amor con Daisy Fuentes, Mariah Carey y Myrka Dellanos.
Platicamos en exclusiva con Diego Boneta, César Bordón, Fernando Guallar y Carla González Vargas, quienes nos hablaron de esta temporada, que revelará más detalles poco conocidos del cantante vivo más importante de Latinoamérica.
TÚ, ¿EL MISMO DE AYER?
Con esta segunda temporada, Diego Boneta enfrenta el mayor reto de su carrera: interpretar al mismo personaje pero en dos etapas de su vida muy distintas. Si bien fue un trabajo titánico lograrlo (porque además se grabó durante la pandemia), el protagonista de la serie nos cuenta, en exclusiva mundial, lo orgulloso que se siente con el resultado.
Para la temporada anterior pudiste platicar con Luis Miguel, incluso te dio para interpretarlo. ¿Hablaste con él para la segunda temporada?
tips
Esta vez no nos pudimos ver por la pandemia; no se pudo dar. Pero después del tiempo que él y yo pasamos juntos antes de la primera temporada, yo sentía que no era necesario, porque también platicamos de varias cosas de lo que seguía. Traté de enfocar mi tiempo más que nada en prepararme para el papel, porque esta temporada es el reto más grande que me ha tocado en mi carrera, que es salir en dos líneas de tiempo: Luis Miguel de joven y ya más grande.
En la temporada 2, Luis Miguel ya es papá, jefe de familia y tiene otras responsabilidades. ¿Cómo preparaste el papel?
Me fui a Madrid a entrenar con mi maestro de actuación, Juan Carlos Corazza, que es también con quien me preparé para la primera temporada. Él me ayudó a diferenciar bien al Luis Miguel joven del adulto, que no solo fuera el maquillaje lo que los distinguiera, sino también la corporalidad, la voz, los gestos de uno y del otro. Fue importantísimo. Por otro lado, me ayudó mucho el ser productor ejecutivo de la serie, porque, por ende, estoy muy involucrado en todo el proceso. Trabajar los guiones en una etapa tan temprana antes de llegar al rodaje ayuda mucho porque te vas familiarizando con todo lo que está pasando desde mucho antes de que te toque hacerlo.
Y en cuanto a los prostéticos, fue increíble porque pudimos trabajar con un maquillista de efectos especiales, Bill Corso, que ya tiene dos Oscares. De hecho, trabajamos juntos en Terminator, justo después de terminar la primera temporada de Luis Miguel. Empezamos a hacer pruebas casi un año antes de filmar la segunda temporada, porque para mí era importantísimo que eso quedara muy bien. Luis Miguel es un personaje muy demandante en todos los sentidos. Por ejemplo, tuve que estar en un peso que pudiera funcionar para ambos personajes, cosas así. Por donde le veas hay algo, es mucho trabajo, pero es el papel que me cambió la vida, y no sólo a mí, sino a todos los involucrados.
¿Cómo recuerdas el primer día de llamado de la temporada 2?
Nadie se esperó el éxito de la primera temporada, nadie. Pero después del recibimiento del público, nos quedó muy claro que ya la vara estaba muy arriba. Precisamente por eso no nos apresuramos con los guiones, porque era muy importante que la historia quedara sólida, que pudiéramos mostrar que Luis Miguel está en una etapa totalmente distinta. Cuando empezamos a filmar, hace ya un año, sí sentía nervios, pero estaba tan feliz de trabajar con el equipo que estuvo involucrado en la primera temporada, con el director Humberto (Hinojosa), que es como mi hermano hoy... Es como cuando tienes un examen pero llegas sabiendo que te preparaste lo mejor posible.
¿Cuál es la relación entre Luis Miguel, Hugo López y Mauricio Ambrosi?
Por lo menos en la serie, Hugo López es casi casi la figura paterna de Luis Miguel en muchos sentidos. Fue más su papá que Luis Rey. Es la única persona que le puede decir que no y que Luis Miguel va a escuchar y a respetar. Y Ambrosi es un nuevo personaje, su mejor amigo de la infancia, alguien que lleva conociendo mucho también, antes de que se convirtiera en una estrella en Latinoamérica.
¿Cómo llenaste el vacío que dejó Óscar Jaenada?
Óscar es un actorazo y nos hemos convertido en muy buenos amigos a raíz de esto. Lo que él hizo con el personaje de Luis Rey fue icónico, hasta con los memes, las piñatas… todo. No creo que haya manera de suplir eso, pero ahora Luis Miguel está en una nueva etapa. Su papá murió y ahora toca ver cómo es que maneja esa situación y, aunque Luis Rey no está físicamente en la segunda temporada, sigue estando presente porque dejó tanto impacto en Luis Miguel que vas a ver todavía cómo lo afecta.
¿Qué sabor de boca te dejó la temporada 2?
Lo que más me gusta de esta nueva temporada es que se va a ver a un Luis Miguel más humano que en la anterior. Es un personaje que trata de hacer lo mejor que puede con las herramientas que le dio la vida. Fuimos muy arriesgados en ese sentido, el de mostrar a un Luis Miguel más humano, ver qué es lo que le pasa y cómo reacciona ante tanta adversidad y tantos temas personales y profesionales. Sí se ve un personaje con más capas, sobre todo en ambas líneas de tiempo. Vas a ver cómo una de ellas es muy distinta, en la que él era joven, lo cual a mí me encanta porque hace que sea un personaje más interesante y más complejo. Por ese lado me quedo feliz. Espero que la gente esté tan feliz como nosotros después de haber filmado esta segunda temporada porque, la verdad, creo que hicimos algo muy especial y diferente.
LA FIGURA PATERNA
César Bordón regresa a Luis Miguel, la serie, interpretando a Hugo López, el primer manager en forma del cantante, y quien se convirtió también en su verdadera figura paterna. El actor argentino nos dice qué esperar de esta nueva aventura.
¿Cómo fueron estos años lejos de la serie?
Hace muchos años hago cine y en diferentes mercados tengo cierta aceptación de la gente. En Argentina ya me conocen, y la serie fue una especie de confirmación o de subraye de mi carrera. Tengo algunos productos hechos fuera de Argentina, y cuando haces algo en otro idioma o con otra gente, parece que tienes ese perfume de actor internacional. Esta serie, por cierto, me ha catapultado a ser una persona muy deseada también; gracias a eso he hecho algunos otros trabajos. Siempre recuerdo que
cuando fui la primera vez a México no me conocía prácticamente nadie, y después ya tuve otra relación con las personas, que son siempre muy respetuosas, muy cariñosas.
Hugo López regresa a la segunda temporada…
En esta temporada hay dos líneas de tiempo, y en una de ellas transita Hugo López con fluidez. Podemos prometer a la audiencia que vamos a tener escenas memorables entre Hugo y Luis Miguel que, me parece, son un poco la clave de su vínculo.
¿Se seguirá explorando la figura paterna de Hugo?
Sí. Hugo López toma de alguna manera ese rol de padre, en principio, por una carencia que tiene Luis Miguel. Ese complemento es vital y Hugo es esa persona que pudo ver la dimensión del artista y ayudar con esa proyección que necesitaba y que sin duda alcanzó. Sin embargo, era imposible o muy difícil de lograr sin un equilibrio familiar, personal, emocional, y me parece que ese pie firme sobre la tierra fue Hugo López, que supo tener la palabra dura aunque de gesto cálido. Ese complemento hace de ese vínculo algo que está mucho más allá de creer en el otro, de la confianza. Es un vínculo más de corazón a corazón.
¿Qué puede prometer al público de lo que verán entre Hugo López y Luis Miguel?
Mucha emoción, mucha confesión, mucha emotividad, mucha resolución de cuestiones que habían quedado pendientes en la primera temporada, y algunos cambios en las actitudes de los personajes porque, a medida que la vida crece y evoluciona, hay que tomar el toro por los cuernos y tomar decisiones duras también.
EL VERDADERO INCONDICIONAL
Fernando Guallar se integra en esta temporada como Mauricio Ambrosi, quien, además de ser amigo de Luis Miguel de la infancia, se convirtió en su manager después de la muerte de Hugo López. El actor español nos cuenta sobre su personaje y de lo que significa formar parte de una serie tan exitosa a nivel internacional.
Después de Hugo López, ¿es Mauricio Ambrosi la persona clave en la carrera de Luis Miguel?
Hugo fue imprescindible a la hora de gestionar, cuidar y mimar a Luis Miguel tan joven y en ese terreno tan complicado y tan agresivo. Siempre había confianza e intimidad y creo que Mauricio continúa un poco esa manera de gestionarlo. Evidentemente trabajan con muchísimo dinero, firman contratos multimillonarios, pero siempre hay un factor humano muy importante. Mauricio valora a Luis Miguel, lo respeta y cuida mucho más allá del dinero.
¿Quién es Mauricio Ambrosi?
Es una persona fundamental para Luis Miguel, tanto en lo profesional como en lo personal. Tiene mucho que ver con la música como negocio. Es español y él y Luis Miguel se conocen desde niños. Finalmente, Mauricio lo acaba representando durante ésta que es una de las etapas más importantes y exitosas en la vida del canante, pero todo se realiza siempre desde un lugar mucho más personal y con esa amistad que es un poco el sustento de la relación de ellos dos.
Mauricio es una persona muy directa y a veces eso espanta un poco. Por ejemplo, los españoles somos más mal hablados y eso lo potenciamos en la serie, para que se notara que está fuera del contexto mexicano. Mauricio es muy coherente, práctico, y en todo momento lo primero es el trabajo y el bienestar de Luis Miguel. Mauricio es su representante, pero por encima de todo es su amigo. Se verán momentos súper complicados de cómo dos buenos amigos que se quieren tienen que lidiar con algunas situaciones muy difíciles porque hay muchos intereses en ellas. Luis Miguel pasó unos momentos muy complicados y necesitaba de verdad tener una persona que le dijera: ‘Esto no es así’ desde un lugar de amor y amistad total.
¿Qué tan familiarizado estabas con Luis Miguel y su música?
Honestamente, poco. Fue muy bonito y curioso y me pareció fascinante ver hasta qué punto Luis Miguel es un ícono en México. De repente estar en el coche y que sonara [el programa] La hora de Luis Miguel, ¡es una hora al día!... me parecía fascinante. Evidentemente, aquí en España Luis Miguel fue muy famoso, pero yo era más pequeño. Todo mundo lo conoce pero nunca imaginé que fuera una estrella como es en México. ¡Es increíble!
¿Cómo fue tu experiencia en el set?
Hace un año que me fui a México y fue muy bonito trabajar en un país que no es el tuyo. Lamentablemente, por la crisis sanitaria no pude disfrutarlo de la manera que hubiera querido. Hicimos un trabajo muy duro, la verdad. Conseguimos acabar el proyecto con todos los protocolos de seguridad, con todas las cosas que tuvimos que ir improvisando. Es de quitarse el sombrero para el estudio, la producción y todos los compañeros. Estoy feliz de haberlo terminado y con muchísima ilusión de que ya se pueda compartir y de que la gente de verdad lo disfrute. Hay mucho empeño, trabajo y dedicación en esta temporada.
DE GOLPE, LA REALIDAD
Carla González Vargas, productora ejecutiva de Luis Miguel, la serie, advierte que no podemos esperar que esta temporada sea igual a la anterior. Esta vez, nos cuenta, la historia dará un giro dramático que dejará más que claro que los
días de diversión y juerga con amigos quedaron muy atrás, y que la nueva realidad de Luis Miguel es muy complicada de enfrentar.
¿Realmente esperaban el furor que alcanzó la primera temporada?
La verdad, no. Uno sabe cuando algo está bien hecho porque le mete todas las ganas del mundo, pero no puedes predecir la respuesta que tenga el público. Sabía que era un estándar que no se había visto antes porque así lo quisimos y buscamos, pero nunca en mi vida pensé que íbamos a tener a dos presidentes de Latinoamérica mencionando la serie en redes sociales, a estadios enteros en el Mundial (Rusia 2018) cantando una canción a raíz de la serie; que sus canciones tuvieran un nuevo alcance con generaciones jóvenes, que sean de nuevo bailadas en antros, rompiendo récords en Spotify. Eso nunca lo puedes predecir.
¿Cómo fue la producción de la segunda temporada?
Sentíamos mucha responsabilidad al hacer esta segunda temporada precisamente por lo esperada que ha sido. Por otro lado, el reto es que nos estamos basando en la vida real de una persona y que esa vida evidentemente va cambiando. Al final, es un personaje que en la temporada anterior empezó desde chiquito hasta los 22 años, y el tono era muy acorde con lo que el protagonista (Diego Boneta) vivía. Pero la realidad te impone ciertas cuestiones narrativas que tienes que modificar para que estén acordes a la nueva etapa del personaje. Convencionalmente, cuando haces un drama generas un universo y lo vas respetando. Acá no. Acá vas adaptándote a la historia real y a lo que la vida de Luis Miguel te exige narrativamente para poder hacerle justicia a su historia de la mejor manera posible.
En esta segunda temporada, ¿de qué etapa a qué etapa vamos a ver?
Es la primera vez en Latinoamérica que (en Netflix) vamos a manejar a un mismo actor representando dos etapas distintas, no solo físicamente, sino en su historia. En ese sentido, estamos volviendo a sentar precedentes, a innovar y a hacer cosas nuevas. Lo que puedo decir es que nos quedamos con el Luis Miguel de la muerte de su padre y nos cruzamos con un Luis Miguel en otra etapa completamente
más madura y distinta. Prácticamente ambos son muy distintos.
Cuéntanos de las personas que se integraron al elenco…
En la vida de cualquiera, uno va cambiando de entorno y de círculo más próximo de la gente que te rodeas. Luis Miguel no es la excepción. Los amigos de la adolescencia ya no están en nuestras nuevas etapas, biológicamente los padres mueren, y te haces de nuevas amistades. Laboralmente uno se rodea de nuevas personas, la familia crece, cambia, y es una gran oportunidad para invitar a nuevos talentos, nuevos rostros, a ser novedosos, hacer cosas que la audiencia no se espera, y eso, por supuesto, se traduce en incluir a nuevos actores y a nuevo talento.
Cuando se dio a conocer el elenco se mencionó a Teresa Ruiz en el papel de Azucena. ¡Morimos por saber quién es!
Sí es importante en la vida de Luis Miguel. Está basada en un personaje en la vida real que trabaja de la mano hoy en día con él. Era importante incluir figuras femeninas porque el mundo de Luis Miguel, por obvias razones, tiende a ser muy masculino y queríamos trascender el rol de la mujer de ser solamente la guapa que se lo liga, porque en efecto, hay mucho de eso; es la realidad del personaje y de su mundo. Lo que nos gusta de Teresa Ruiz es precisamente que es una figura femenina de una índole muy distinta.
¿Y Marcela Basteri?
Esa es la pregunta del millón, y si te lo digo, voy a arruinar muchas cosas.
¿Qué puede esperar el público de esta nueva temporada?
Es una temporada distinta. Va a sorprender porque todo aquello que el público espera, a partir de lo ya visto, no va a ser igual. Ahora el lenguaje es más sofisticado, porque al final es un personaje más adulto y, por ende, sus dilemas tienen otro tono mucho más trascendente que el de un adolescente y un niño. Luis Miguel ahora tiene retos mucho más grandes enfrente de él que los que enfrentó en la primera temporada. De manera involuntaria es lanzado a volverse la cabeza de una familia y, además, siendo una súper estrella a nivel mundial. Son mundos difíciles de conjugar y esa es una batalla a la cual se va a enfrentar de muchas maneras diferentes a lo largo de su vida adulta.