CHRISTIAN VÁZQUEZ… A UN PASO DEL OSCAR
Por su trabajo en la película Te llevo conmigo, el jalisciense podría alcanzar la nominación a Mejor Actor de Reparto. Platicamos con él acerca de esta posibilidad y de la gratitud que tiene por seguir creciendo en esta carrera que es su pasión.
El encuentro con Christian Vázquez es a distancia. El jalisciense (y todo México) está emocionado y cruza los dedos cuando hablamos de lo importante que sería para su carrera el hecho de que alcance la nominación a Mejor Actor de Reparto en el Oscar.
Con emoción en su voz, Christian acepta que el camino es largo, pero que esté considerado para el máximo honor que otorga la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, es ya un triunfo para él y para el filme Te llevo conmigo.
“Como actor quieres que los trabajos en los que te involucras se proyecten. Esta ocasión es Te llevo conmigo, que tuvo la oportunidad de participar en el Festival de Cine de Sundance, donde yo también la vi como primicia y fue una hermosa sorpresa”, recuerda Vázquez.
Desde esa función en Park City, Utah, Christian pudo sentir la conexión que el público tuvo con la ópera prima de Heidi Ewing, una historia de amor diverso, migración, sueños y sacrificios con tal de encontrar un lugar en el mundo. La trama, además, le es cercana al actor.
Christian emigró de Guadalajara a Ciudad de México recién cuando cumplió 18 años, luego de haber sido mesero de los 15 a los 17. Con lo que ganaba, pagó sus clases de teatro y cubría sus necesidades. De aquellos años aprendió que “el único espectador (de tu vida) es uno mismo y hay que crear una película a nuestro favor”.
Él luchó por hacer de su realidad una cinta tan buena que podría encumbrarlo en la Meca del Cine, pero no despega los pies del suelo y dice que no piensa en la nominación porque, después de dar todo por su carrera, ahora su filosofía es no pensar en el futuro, “disfruto el presente porque es un regalo”.
Ahora, “invierte sus latidos”, como describe su tiempo, para descubrir lo que define como “talentos ocultos”, y a través de tutoriales en Youtube aprendió a cocinar, a tocar guitarra y teclado, con la consciencia de que “no somos los protagonistas ni el centro de atención de nada”, enfatiza.
Ante la posibilidad de estar en el spotlight, Christian reflexiona y revela que si pudiera volver al pasado, a su yo de 18 años que se armó de valor para cambiar su destino, le daría un abrazo: “Le daría las gracias por lo que soy ahora, por dejar todo atrás para cumplir el sueño de que mi nombre sea reconocido, me nominen o no”.