JEANNE TOUSSAINT: LA PANTHÈRE
Su sentido de originalidad, estilo y carácter lo tradujo en piezas que marcaron una clara línea creativa para la maison Cartier. Una pantera única en su tipo que ocupa un lugar especial en la historia de la joyería.
LOUIS CARTIER LE REGALÓ ESTA CIGARRERA EN ÓNIX, RUBÍES Y ESMERALDAS. EL MOTIVO CENTRAL: UNA PANTERA EN MEDIO DE DOS ÁRBOLES CIPRÉS.
En los años veinte, las mujeres comenzaron a abrirse paso en industrias en las que no se les solía ver. Con ingenio y talento destacaron en diversos rubros, logrando trascender con sus obras, muchas de ellas, hasta el día de hoy.
Jeanne Toussaint fue una de ellas. La musa de la escena creativa y social de París no solo fue fuente de inspiración para ser lo que muchas anhelaban, sino también quien marcó una clara línea creativa en la maison Cartier, con piezas que revolucionaron la joyería contemporánea.
Su ingenio y determinación le valieron el apodo de La Panthére y, para 1917, Louis Cartier (a quien conoció desde antes de la Primera Guerra Mundial) le regaló una cigarrera decorada con una pantera en medio de dos árboles ciprés. Dos años más tarde, ella encargó a la casa un Vanity Case en la que, nuevamente, una pantera se hacía presente: esta vez con diamantes, platino y ónix. Fue así como comenzó a hacer de esta criatura su marca personal.
Su sentido de originalidad y estilo impresionaron a Louis Cartier, quien la invitó a trabajar para la maison, inicialmente diseñando accesorios como bolsas de mano, cosmetiqueras y cigarreras. Poco tiempo después fue nombrada jefa del nuevo departamento para producir piezas más accesibles. Ahí es donde se convirtió en una especialista en joyas. Esta experiencia la llevó más tarde a ser Directora creativa de la alta joyería en Rue de la Paix, donde crearía piezas que pasarían a la historia.
LA CREACIÓN DE UN ICONO
Poco tiempo pasó para que Jeanne comenzará a plasmar su talento en nuevas piezas y siluetas. En 1940, en conjunto con Pierre Lemarchand, creó una escultural pantera, que después se llevó a las piezas más evocativas del siglo, como en algunos broches adquiridos por los Windsors.
Celebridades de todo el mundo usaron sus creaciones, desde la realeza (como la Duquesa de Windsor, quien llevaba el broche de pantera en su cinturón cuando visitó Versalles), hasta las actrices más famosas de la época, entre ellas Jacqueline Delubac y María Félix. La actriz mexicana asistió a una fiesta en Deauville con el famoso collar serpiente, hecho de oro, diamantes, esmeraldas y platino.
Para Jeanne la joyería era un símbolo de independencia y, al conjugar esta premisa con su talento y visión, logró crear objetos que la hicieron ocupar un lugar especial en la industria y revolucionar la contemporánea.