Gabriela Warkentin

PERIODISTA

Ella tiene un secreto: escucha más de lo que habla y por eso cuando habla se le escucha. Su nombre se conjuga en primera persona del plural porque es cómplice singular de lo humano. Cuando habla quisiera uno ser su voz, a la vez lúcida y entrañable. Soy yo que me expreso a través de ella, sabia y divertida.

Posee una capacidad excepcional para provocar empatía, acaso porque jamás huye del otro aunque sea su opuesto. Por eso lidera opiniones mejor que la mayoría. Nunca pontifica, tampoco maltrata, no se siente moralmente superior, ni tiene pretensiones de profeta.

En esta época nuestra, dominada por la estridencia, hace bien el reposo que otorga a sus ideas y también la convicción con que defiende las causas que en esta vida valen la pena.

Nadie con tanta gracia para reír ha dicho cosas tan serias.

Con todo, Gabriela Warkentin es una mujer que conoce la responsabilidad de ser una personalidad pública cuando tantas y tantos jóvenes han decidido, a contracorriente, revolucionar las relaciones de género y ponerle punto final a la violencia.