Insuficiencia renal crónica en el gato
Los riñones son órganos indispensables para la vida y desempeñan funciones complejas en diferentes sistemas del cuerpo. Su trabajo principal es el de filtrar la sangre, removiendo las sustancias de desecho que se producen por el metabolismo. Estas sustancias se eliminan a través de la orina, después del filtrado de la sangre.
Los riñones también ayudan a regular el volumen y la composición de la sangre y a mantener la presión arterial dentro de límites sanos.
Una de las enfermedades más comunes de los gatos adultos es la insuficiencia renal crónica. En su forma más severa, se trata de una falla renal crónica.
El término enfermedad renal crónica (ERC), abarca el espectro completo, desde la insuficiencia hasta la falla.
Los gatos, como la mayoría de los animales de compañía, ahora viven más años, gracias a los avances de la medicina veterinaria y la nutrición. Pero también es cierto que la vida moderna y sus efectos se presentan con mayor frecuencia en los gatos de casa. Menos ejercicio, dietas ricas en calorías, premios... No sorprende que los gatos de hoy sean más propensos a padecer los estragos de la vida de excesos, como son la obesidad, la diabetes y la hipertensión.
Después de una vida de servicio ininterrumpido, la función renal empieza a deteriorarse, y la ERC es la responsable de un gran porcentaje de las enfermedades y muertes de los gatos de edad avanzada.
La pérdida de peso, inapetencia, letargo, vómito, aumento en el consumo de agua y de producción de orina son comunes a muchas enfermedades del gato adulto o de edad avanzada, como la diabetes y el hipertiroidismo. La única forma de hacer un diagnóstico diferencial entre estas enfermedades es mediante la realización de exámenes de laboratorio.
Si la enfermedad continúa avanzando, aparecerán otros signos asociados, como la presencia de úlceras en la cavidad oral o el mal aliento, producidos por la uremia.
Si tu gato senior tiene alguno de los signos que mencioné arriba, por favor llévalo al veterinario. Es más, si tu gato tiene más de 5 años, aunque se vea sano, te sugiero que lo lleves a su revisión anual y le solicites a tu médico veterinario que le realice exámenes de laboratorio rutinarios.
Una citometría hemática, una química sanguínea y un examen general de orina aportarán información de gran valor para conocer el estado de salud de tu gato. Desde luego, el examen físico completo e incluso la medición de la presión arterial son indispensables.
Una vez que se tenga un diagnóstico completo, tu médico veterinario puede planear un tratamiento adecuado. En general, si no llegan con una deshidratación severa o un desbalance electrolítico, los mandamos a casa con su tratamiento.
La dieta debe ser modificada, por una baja en proteínas, que puede encontrarse comercialmente en latas o croquetas. Es probable que tu veterinario prescriba también algunos suplementos y medicamentos, como el potasio o el hidróxido de aluminio, estimulantes del apetito o protectores de mucosas para disminuir las náuseas y mejorar el apetito.