ORIGEN DE UN PARAISO LLAMADO CANCUN
Don Miguel Alemán Valdez vio en el destino potencial para desarrollar un importante proyecto turístico
En abril de 2001, con motivo de un aniversario más de Cancún, Luis Echeverría Álvarez, presidente de la República de 1970 a 1976, contó a Juan Caballero Corral, actual Notario 51 de Cancún y pionero de este lugar, la historia poco conocida de cómo nació este importante polo turístico a ni- vel mundial. Según don Luis, -narra Juan Caballero- en 1959 don Adolfo López Mateos nombró al entonces ex presidente don Miguel Alemán Valdez como presidente del Consejo Nacional de Turismo, actividad que ya empezaba a constituir un importante filón en la economía mundial. Atendiendo al encargo, don Miguel Alemán organizó un viaje por algunos estados del sureste del país, que concluyó en Isla Mujeres, en aquellos días Territorio de Quintana Roo. Ahí, charlando una tarde con don Jesús Lima Zuno, don Miguel Alemán le expuso la encomienda del presidente López Mateos y las intenciones de su viaje; don Jesús le sugirió entonces que “echara un vistazo” a las costas de enfrente a Isla Mujeres. A bordo de un helicóptero los consejeros recorrieron desde Punta Nizuc hasta Cabo Catoche. Durante el vuelo don Miguel, fascinado con la hermosura del paisaje, comentó a los demás viajeros: “Aquí se puede desarrollar un gran centro de turismo”. “Esta conversación me fue confirmada por don Jesús Lima Zuno, unos meses después, durante la cena que se ofreció a los veleristas de la tradicional regata que su hijo “Pepe” organizaba, de La Florida a Isla Mujeres”, cuenta Caballero. De regreso a México -le dijo Echeverría- don Miguel Alemán informó de su viaje al presidente López Mateos y le “vendió” la idea de que en la Isla de “Cancúm” (que ese era su nombre en los registros oficiales) se podría desarrollar un gran proyecto turístico. La opinión del ex presidente era muy de tomar en cuenta para don Adolfo, por lo que instruyó a don Rodrigo Gómez, entonces director del Banco de México, única institución nacional que tenía oficinas dedicadas a ello, para que hicieran los estudios necesarios a fin de determinar la viabilidad, necesidades y costo del proyecto. Don Rodrigo, a su vez, designó para que los realizase a uno de sus asistentes, don Antonio Enríquez Savignac quien, a decir de don Luis, hizo un excelente trabajo. Los estudios concluyeron durante la administración de don Gustavo Díaz Ordaz, quien autorizó el proyecto y ordenó iniciar su ejecución. “Luis Echeverría me lo contó; él fue al mismo tiempo protagonista y testigo, de ahí el valor que doy a su aseveración; como homenaje a don Miguel Alemán Valdés, pero especialmente en honor a la verdad, y para que cada uno tenga el lugar que se merece en la historia de la creación de nuestro polo turístico, yo se lo cuento a usted”, remató.