Salud mental y medios digitales
RAÚL E.URBINA ANCHEYTA
Los medios digitales nos han mostrado que podemos estar intercontectados de una manera incluso igual de eficiente y significativa que el contacto físico, y prueba de ello es que no habíamos vivido, a lo largo de toda la historia, en un momento en donde tuviéramos tanto acceso a la información, respuestas de nuestros seres queridos cuando enviamos un mensaje, cursos en línea, etcétera.
En ese sentido, lo que los medios digitales nos brindan es también la posibilidad de pasar el confinamiento de una manera productiva, pero también estabilizadora, es decir, con la oportunidad de acceder a entretenimiento, reuniones virtuales con amigos, educación continua, entre otros.
No obstante, puede ocurrir que nos sintamos perdidos, desasosegados, ansiosos o hasta deprimidos, y puede que incluso por más técnicas que encontremos en internet, no nos sintamos de alguna manera ayudados.
Es por ello, que debemos aprovechar los recursos tecnológicos para poder también expresar nuestro sentir y saber que hay un profesional que puede escuchar y acompañar el malestar para encontrar formas menos sufrientes de vivir.
Si estás en una situación emocional que sientes que te rebasa, no te esperes hasta que se levante el confinamiento y poder acudir al psicólogo o psicoanalista; este es un buen momento para considerar tomar esa decisión de ser escuchado, de hablar, de apostar a la palabra para reducir los niveles de tensión que pueda generarte la pandemia, y no sólo ello, sino cualquier situación emocional que sientas que se te está saliendo de las manos.
Los medios digitales permiten que llevemos a cabo sesiones psicoterapéuticas por medio de video o llamada telefónica en tiempo real y de manera regular.
Si algo está mostrando la pandemia, es también la creatividad y el deseo de que como humanos estemos juntos y no olvidemos que lo que nos hace seres sociales, es el vínculo, es el deseo, el trabajo, la conexión, la compañía, el amor.
Considera esa opción y recuerda que lo que no se habla, el cuerpo lo actúa, con enfermedad, con alergias, con dolores o con pensamientos saboteadores.