Un papá genial
El defensa Hiram Mier compartió su alegría por formar parte de los Gallos Blancos; sin embargo, una vez que termina su labor en la zaga queretana, disfruta su papel como padre de una niña
¿Qué significa Querétaro en tu carrera? Es un equipo importante que ha crecido, con buena afición y una bonita ciudad, estoy muy contento aquí. ¿A qué jugador admirabas cuando eras niño? El ‘Cabrito’ Arellano me gustaba cómo jugaba y lo seguía mucho cuando iba al estadio. ¿A qué equipo le ibas cuando eras niño? A Monterrey, toda mi familia era Rayada, desde pequeño me llevaban al estadio, crecí con esos colores.
¿Cuál es tu estadio favorito? El Tecnológico de Monterrey, creo que ahí viví muchas experiencias profesionales y personales, sobre todo con mi familia, es un lugar donde crecí viendo futbol.
¿A qué entrenador admiras? Quiero mucho a Víctor Manuel Vucetich, quien me dio la oportunidad de jugar en Primera División, además me ayudó a crecer mucho como persona. ¿Cuál fue tu primer viaje como futbolista? Fui a McAllen, Texas, estaba en un equipo a nivel escolar; el futbol ha sido mi pasión desde que tenía cinco años. ¿De cuánto fue tu primer sueldo? Estaba en Segunda División, fueron mil 800 pesos y los usé para pagar una cena con mis amigos. ¿Alguna vez has llorado por el futbol? Cuando era niño jugaba y perdía, y por enojo, pues lloraba. Como profesional una de las cosas más tristes que me ha pasado fue cuando estaba en el proceso de ir a la Selección Mexicana y me lesioné la rodilla, afortunadamente la familia me ayudó a salir adelante.
¿Eres aficionado a otro deporte? Jugué beisbol, basquetbol y me gusta ver el tenis. ¿Qué te gustaría hacer cuando te retires? Quiero seguir en el ámbito del futbol, no precisamente dentro del campo o como entrenador, pero sí como directivo de una institución.