UNA DERROTA ‘GROSERA’

Nico Castillo volvió para jugar menos de siete minutos al salir expulsado porque habría insultado al árbitro

Para Pumas ya nada puede ser peor. Eliminados, humillados por el Puebla que pelea por no descender y, de paso, su ‘estrella’, Nicolás Castillo, jugó sólo siete minutos porque perdió la cabeza y salió expulsado. El hombre del que más esperaba la afición e incluso sus mismos compañeros les dio la espalda.

El azul y oro cada vez brilla menos, de hecho, la esperanza que había significado David Patiño duró muy poco.

Los felinos, ya sin nada que pelear y sólo con la convicción de cerrar el torneo de la mejor forma posible, visitaron al Puebla que tampoco estará en Liguilla, pero se juega la vida en cada pelota, pues lucha por no descender, y la diferencia entre ambas escuadras la marcó el hambre del equipo.

A La Franja se le nota ya la mano de Enrique Meza, hombre que le lleva toda una vida de ventaja en la banca a David Patiño. Al minuto 16 cayó el primer tanto local anotado por Jesús Escoboza, que fue enterrando de a poco al conjunto auriazul.

Minutos después, Francisco Torres y Francisco Acuña hicieron lo propio para darle al Puebla el triunfo y un pequeño respiro.

Y es que después de tres juegos, Castillo volvió a la actividad, pero le bastaron siete minutos para volver a quedar fuera del campo. Ingresó de cambio al 68’ en medio de cánticos, aplausos y gritos pese a no estar en su casa, pero el apoyo de su afición de nada sirvió, ya que en la primera oportunidad Nico le recriminó al árbitro y le habría dicho “la concha de tu madre”, éste, sin dudarlo, lo echó del juego.

A estas alturas lo mejor que podría ocurrirle a los universitarios es que el torneo termine ya para comenzar a acomodar sus piezas y poner especial atención en las carencias que, un equipo como Puebla, en teoría débil, le evidenció ayer en la cancha del Estadio Cuauhtémoc. Pumas no tiene nada, ni la garra que pregonan siempre ni un hombre fuerte que se eche al equipo al hombro para salir de la adversidad.