No pasemos por alto la violencia
Es muy triste y preocupante que las porras de los equipos reaccionen con violencia, crueldad, cobardía y vileza. No hay palabras para expresar el hartazgo de ver este tipo de ataques que atentan contra la fiesta familiar del futbol. El Clásico Regio quedó marcado por la violencia.
Cuando un grupo de personas pierde la conciencia y entran en energía de ataque se genera una furia desenfrenada. Todos tenemos la oportunidad de hacer algo para contribuir a que esto pueda ser controlado o disminuido desde nuestras propias trincheras.
Los padres de familia podemos reflexionar con nuestros hijos sobre estas tristes escenas y modelar lo que la competencia significa en el deporte; los adversarios no son enemigos, son rivales a vencer.
Los dueños de los equipos deben influir en sus porras para diseñar estrategias que propicien el manejo de conflictos. Si esto no es posible, tendrían que disolver a los grupos bélicos y alejarlos de los estadios.
Los líderes de las porras y las barras requieren aprender a contener a su gente para que no vuelva a ocurrir algo similar y controlar que no tengan armas de ningún tipo.
Los jugadores y directores técnicos necesitan promover la 'no violencia' y la sana competencia dentro y fuera del campo.
Los medios de comunicación deben seguir denunciando tal como lo hicieron las televisoras este fin de semana. Las autoridades no deben permitir la impunidad y necesitamos cumplir con la ley y con una supervisión más estrecha. Se requieren consecuencias ante estos terribles actos. En resumen, todos podemos realizar algo para erradicar estas situaciones.
Queridos lectores, los invito a que dialoguen sobre el tema de la violencia e influyamos para no confundir la pasión y el amor a la camiseta con el odio y la cobardía.
Deseo de corazón que Rodolfo, el joven herido, se recupere y pueda continuar con su proyecto de vida. Hagamos de esta situación un parteaguas para el futbol mexicano.
“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.