A dos juegos del título
POR EL TÍTULO.
Tanto Atlético San Luis como Dorados están a dos partidos de levantar el título, ambos clubes con diferentes métodos, pero que al final los ha llevado a la Gran Final.
Alberto Marrero, presidente de los potosinos, en un año cambió radicalmente la historia del club, ya que de estar en peligro de descenso, entendió que tenía que rodearse de gente que entendiera la División. Apostó por un tipo como Alfonso Sosa, que se ha convertido en un mandón en la Liga; armaron un equipo para ascender y ahí está el resultado, colocados en la Final en apenas tres torneos de este proyecto que inició inestable, pero que con el paso de las semanas se ha solidificado.
San Luis se maneja como un equipo grande y serio, pocas instituciones en esta División tienen la estructura con la que operan y de ahí parte de su éxito.
Por otra parte, sorprende que Dorados esté en la Final por el efecto Maradona, pero no tenemos que olvidar que, guardando proporción, son el América del Ascenso, un equipo obligado a ganar títulos y si no lo hace es un fracaso.
José Antonio Núñez, presidente del Gran Pez, sabe perfectamente que en Dorados no hay cabida para un subcampeonato. Toño ha saboreado la alegría de un ascenso y el dramatismo de poder quedar desafiliados por incumplimiento en los pagos. Si alguien conoce a esta institución es Núñez y debe de transmitírselas a todo el plantel y no forjar sólo el mito de que Dorados está en la Final por Diego.
Lo que es cierto es que Atlético de San Luis está fincando un posible éxito en una estructura bien diseñada, en cambio, Dorados apostó por un golpe mediático que les dio resultado.
Regresa
la familia Achar a controlar al Celaya, después de meses de incertidumbre, en donde incluso perdieron la certificación para poder ascender, y en medio de un misterio del porqué de su alejamiento, finalmente regresan al equipo del Bajío para intentar devolverle la competitividad.
Alan Achar es un directivo joven que se ha preparado, que entiende perfectamente lo que es la industria del futbol y que bajo su mando, los Toros lograron ilusionar a su afición, Achar tiene varios retos en puerta:
* Buscar que la Liga MX los certifique para que a partir de junio 2019 sea un serio aspirante al ascenso.
* Encontrar un director deportivo que le ayude a gestionar todo lo relacionado con el club.
* Armar un equipo competitivo que sea capaz a partir de los resultados que los seguidores regresen a su estadio.
Por lo pronto, tienen que trabajar a mediano plazo y, ante esta situación, Achar está por cerrar un acuerdo deportivo con Atlas para que algunos de los jugadores de los rojinegros engrosen las filas de los celayenses.
También tienen ya entrenador para el Clausura 2019: Gerardo Espinoza, quien es un técnico joven al que los resultados con Atlas en Liga MX no se le dieron, pero que conoce perfectamente la Liga de Plata. Se retiró en 2016 con Lobos BUAP, que en ese entonces era dirigido por Ricardo Valiño, desde ahí ya se le notaba a Espinoza el gusanito por dirigir.