TODAVI´A NOS FALTA
Aunque se respetaron a grandes rasgos los protocolos, la afición del futbol no se salvó de malas prácticas sanitarias; en el béisbol no acataron medidas
Ayer se dio el primer paso para el regreso a la normalidad en los estadios, en donde las aficiones de Aguascalientes y Mazatlán respetaron a grandes rasgos los protocolos impuestos por la Liga; sin embargo, se registraron algunos aspectos a mejorar como el correcto uso del cubrebocas o el respetar los lineamientos establecidos de parte de las autoridades.
Después de lo acontecido en los estadios de béisbol de la Liga Mexicana del Pacífico el jueves, en donde se violaron múltiples puntos del protocolo de prevención del Covid-19, ahora fue el turno de la fanaticada del futbol.
El Estadio Victoria fue el primero en abrir sus puertas a la gente, en donde a grandes rasgos se respetó el protocolo, ya que los asistentes permanecieron la mayor parte del tiempo en sus asientos, mismos que fueron debidamente marcados para que reconocieran cuáles podían ser utilizados y cuáles no.
Sin embargo, el uso adecuado del tapabocas fue la principal debilidad para cumplir con el protocolo, ya que la mayoría de los asistentes removió el instrumento de salubridad, descuidando su nariz y boca.
Una situación similar se vivió en el Kraken, en donde los aficionados se ubicaron en sus asientos, no permanecieron en los pasillos, en las áreas prohibidas, aunque el cubrebocas también fue el ‘talón de Aquiles’ en las gradas sinaloenses.
En la tribuna se permitió que hasta dos personas que visitaran el inmueble juntas pudieran sentarse en butacas continúas, manteniendo tres lugares vacíos para que otra persona pudiera sentarse, tratando de mantener la sana distancia en todo momento.
Otra situación en la que se rompió el protocolo impuesto por la Liga la encabezó el gobernador de Sinaloa, Qurino Díaz, quien incluso bajó a la cancha, situación que no está permitida ya que no realizaba una función crucial para que se desarrollara el encuentro.