No perder el piso
La contundente victoria que obtuvo Morena en las urnas el pasado 1 de julio le obliga
a ser consciente ante las exigencias del electorado y a mantener los compromisos
que lo llevó al poder
muy sólido y con una muy alta expectativa de un buen gobierno que cumpla sus compromisos, por lo que una de las tareas fundamentales del partido será delinear los mejores mecanismos para coadyuvar al éxito del próximo gobierno.
“El propio presidente electo ha establecido que una vez que tome el cargo, él actuará para gobernar a todos, independientemente de la afiliación política, y por consecuencia Morena caminará en el diseño de una estrategia que permita abanderar las principales causas para la transformación de la vida pública del país”.
“Nosotros tenemos que innovar las estrategias de participación política y generar condiciones de mayor confianza para que An- uno de los principales retos para el partido será transitar de partido opositor a partido gobernante, y al mismo tiempo fortalecer la estructura interna, es decir, no descuidar la vida democrática del partido.
“La distancia no se puede negar, es parte de esa dualidad de ser partido-gobierno, que nunca habíamos tenido. Tenemos que dejar de decir que el gobierno está fallando, porque nosotros somos el gobierno. En cierta medida ya dejamos de ser Morena y ahora somos gobierno.
Pero tampoco podemos olvidar que para poder ocupar un cargo, para poder llegar a donde llegamos se necesitaba un partido y se necesita estructura”, concluye.