Problema generalizado
Los grandes consumidores de agua, como la industria cervecera o la minería, obtienen concesiones para uso del líquido vital a costa de las comunidades indígenas
la falta de acceso al agua es un problema generalizado en el país derivado de la escasez del líquido, los cobros excesivos del servicio y la desigualdad del suministro.
El artículo 4º constitucional establece que “toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible”, sin embargo, el Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental (FCEA), estima que 47 por ciento de los mexicanos no tiene a su alcance agua potable. Esto depende de diversos factores, entre el que destaca el consumo hídrico de las grandes empresas.
La industria cervecera es una de las más relevantes para la economía de México, pero por cada litro de cerveza se necesitan 3.5 litros de agua, de acuerdo con estimaciones de las propias compañías.
Esto ha llevado a que las grandes cerveceras como Heineken o Constellation Brands (propietaria de las marcas Corona, Modelo, Victoria y Pacífico) se confronten con las poblaciones donde operan o donde buscan el permiso para establecerse.
La última polémica ocurrió con la consulta popular que se realizó en marzo del año pasado y en la que se decidió que la planta de Constellation Brands no se construiría, debido a que esto desataría un conflicto hídrico para las comunidades aledañas al complejo en Mexicali.
Greenpeace México alertó en un comunicado que, con base en los títulos de concesión de derechos de agua superficial y subterránea en el Valle de Mexicali, si el proyecto se ejecutaba podría ocurrir un desabasto del líquido en la región.
Aunque la organización también destacó que los datos disponibles de manera pública se contradecían derivado de alguna omisión en el reporte de concesiones.
Otro sector que también es cuestionado por el uso del agua es el de la minería por el gran impacto en los recursos hídricos, ya que no solo agota el suministro en las localidades donde operan las multinacionales, también lo contamina.
En el sitio de la organización Agua para Tod@s se detalla que con la Ley de Aguas Nacionales de 1992 se buscó poner al líquido vital bajo un sistema de concesiones.
Desde entonces la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha entregado más de 537 mil concesiones en violación de vedas y los derechos de los pueblos indígenas. A la fecha, el 70 por ciento de los permisos se encuentra en manos del 7 por ciento de los concesionarios.