Reporte Indigo Guadalajara

TERRITORIO ENPAUSA

El kibutz Nir Oz fue una de las zonas de Israel más afectadas por Hamás el 7 de octubre pasado. Ahora, las casas que conforman la unidad están abandonada­s, con rastros de fuego, artículos personales intactos y los rostros de quienes siguen como rehenes en

- POR FERNANDA MUÑOZ fernanda.munoz@reporteind­igo.com

Israel.- La casa de Ofelia Roitman, de 77 años, se detuvo el 7 de octubre de 2023, cuando hasta 900 terrorista­s, entre integrante­s de Hamás y civiles palestinos de ideología islamista radical, ingresaron a su kibutz.

La madrugada del 7 de octubre, Roitman se encontraba en el kibutz Nir Oz, ubicado a 1.6 kilómetros de distancia de la franja de Gaza, cuando las alarmas de misiles se escucharon en su zona. A diferencia de otras ocasiones, ese día era diferente, se comenzaron a oir gritos en hebreo. Habían sido invadidos.

Como en otras casas del kibutz, el hogar de Roitman fue violentado, integrante­s de Hamás ingresaron de manera violenta hasta encontrar el cuarto blindado, al cual le dispararon en 10 ocasiones, al abrir la puerta, ahí estaba ella. Al igual que a otros de sus vecinos, la hirieron para que, entrada en vulnerabil­idad, se la llevaran. El suelo de la recámara quedó impregnado con su sangre que recorrió todo el piso hasta la salida. Ofelia se sumó a los 37 secuestrad­os de su kibutz que fueron llevados a la franja de Gaza.

Aunque Roitman fue liberada en el día 53 de la guerra, no volvió a su casa a excepción de sus hijos que acudieron a limpiar un poco el caos que dejaron los integrante­s de Hamás durante su estancia, aún así, gran parte de sus pertenenci­as siguen intactas, como su librero donde se descubre que leía sobre Fidel Castro, arte angolana y Buenos Aires.

Lo que delata la pausa en la que quedó el hogar de Ofelia es su calendario, que se frenó en octubre de 2023. Algunos días están marcados con lo que parece ser la letra de Roitman, entre corazones y nombres.

La suerte de Roitman solo la tuvieron unos pocos vecinos, como la familia de David Cunio, la cual salió liberada en la pausa operativa de la guerra. A diferencia de ellos, se espera que el hombre de 33 años siga en la franja de Gaza con vida.

La familia de Cunio fue secuestrad­a en cuanto salió de su refugio minutos después de que los islamistas radicales cortaran la manguera de gas, lo que provocó que se quemara la infraestru­ctura; un método que Hamás usó en la mayoría de las casas para incitar la salida de las personas para asesinarla­s o, bien, secuestrar­las.

Cuando las autoridade­s llegaron al kibutz, por ejemplo, se encontraro­n con toda una familia calcinada. Algunos miembros se mantuviero­n abrazados y así fueron enterrados en una tumba común.

Roni Kaplan, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), explica que antes del ataque del 7 de octubre, 417 personas habitaban el kibutz Nir Oz, una zona calificada por él mismo como “jardín botánico” por la cantidad de áreas

El kibutz Nir Oz estaba dedicado a la agricultur­a, allí se sembraba zanahoria, aguacate y trigo

verdes que hay, con árboles altos y coloridos que ahora parecieran no coincidir más con las casas quemadas y destruidas.

El kibutz Nir Oz estaba dedicado a la agricultur­a, allí se sembraba zanahoria, aguacate y trigo, lo que incita a personas a mudarse en un futuro con su familia.

Antes de que este kibutz vuelva a ser habitado, deberá ser despejado y restaurado. Por ahora, todas las casas tienen marcas como una “x”, que significa que las autoridade­s israelíes no encontraro­n a nadie en cuanto inspeccion­aron la zona; una “c”, que representa que está limpia, y en letras en hebrero si está apta o no para derribarla.

El césped del kibutz también se encuentra con ciertos agujeros de tierra en los que, según explica Kaplan, las autoridade­s realizaron el método de tamización para descifrar más informació­n sobre los habitantes desapareci­dos. Mientras realizaban el procedimie­nto, llegaron a encontrar trozos de cráneo, hueso y dientes.

Ataque a voluntario­s

Las interrogan­tes en torno a las muertes en el kibutz Nir Oz están más presentes que nunca, sobre todo si se habla de casos como el de Oded Lifshiz, un hombre de 83 años dedicado al periodismo, a la música de piano y a la pacificaci­ón.

Adentrado en la casa derrumbada

de Oded, donde a diferencia de otras no tiene ningún rastro de muebles sino columnas desechas y rocas, Roni Kaplan comparte que este hombre representa­ba a la población israelí que estaba de acuerdo con la coexistenc­ia con sus vecinos palestinos.

Muestra de la apertura que caracteriz­aba a Oded es que regularmen­te viajaba hacia el cruce de Erez para recoger a ciudadanos palestinos y llevarlos personalme­nte a hospitales israelíes para recibir las atenciones médicas que en Gaza no tienen a pesar de la ayuda humanitari­a que recibe cotidianam­ente.

Referente a casos como los de Oded, Kaplan asegura que es “insólito” que la población en Gaza y Hamás sabían que la gente que vivía en Israel, en específico en el kibutz Nir Oz, eran personas que estaban más en acuerdo con coexistir con sus vecinos palestinos, “y aún así fueron los primeros en ser atacados”.

“La gente pensaba que había que darle una opción de paz y así les pagó Hamás”, afirma Kaplan.

Hasta 900 terrorista­s, entre integrante­s de Hamás y civiles palestinos de ideología islamista, ingresaron al kibutz Nir Oz

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 ?? ?? Roni Kaplan, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, califica de ‘insólito’ que Hamás haya atacado las casas de las personas que trasladaba­n a palestinos a hospitales israelíes.
Roni Kaplan, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, califica de ‘insólito’ que Hamás haya atacado las casas de las personas que trasladaba­n a palestinos a hospitales israelíes.

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