Con ayuda de la iniciativa privada
Para que México pueda fortalecer su desarrollo científico se necesita del sector empresarial para que las investigaciones no sólo se generen en las universidades del país
dentro de la ciencia, uno de los grandes problemas estructurales que tiene el país es que la investigación se hace principalmente en las universidades y no en la industria privada, por lo que la clave para que en México se destine el tan anhelado 1 por ciento del PIB en esta materia es que los empresarios inviertan, como pasa en otros países.
“En general, por razones históricas, la industria mexicana no hace investigación, así que creo que un reto es, primero, vincular a las instituciones científicas con los industriales para que se den cuenta del beneficio que implica incorporar las tecnologías e innovaciones a sus productos”, señala Julieta Fierro, astrónoma y divulgadora científica.
Para empezar a crear esos lazos entre la industria y los investigadores, de acuerdo con la astrónoma, es necesario que exista una apreciación pública de la ciencia, hacer una mayor divulgación e impulsar foros donde se reúnan ambos sectores y dialoguen sobre sus problemas.
“Muchas veces nosotros ofertamos lo que tenemos, pero no necesariamente con un lenguaje que entienden los industriales, así es que si aprendemos a escuchar sus problemas, sabremos cómo resolverlos”, sentencia la también académica de la UNAM.
Para la bióloga Rosaura Ruiz, futura secretaria de Educación y Ciencia de la Ciudad de México, la co-inversión entre empresas e instituciones es fundamental para la implementación de más programas de investigación en el país.
“Me parece muy importante que se pueda hacer co-inversión, como se ha hecho con algunos proyectos de tecnología del Conacyt, que se apoye a un trabajo conjunto entre instituciones de educación superior y empresas, pero con una evaluación muy rigurosa
Para empezar a crear esos lazos entre la industria privada y los investigadores es necesario que exista una apreciación pública por la ciencia
de los recursos que se les entregue”, aclara Ruiz.
Desde su nuevo cargo, la bióloga asegura que estará abierta a la colaboración siempre y cuando sea a favor de la ciencia y no de las empresas.
“Es fundamental que quede claro que cuando se apoya a una empresa es para desarrollar ciencia y tecnología, no simplemente para apoyar a la empresa, me parece que a éstas se les pueden apoyar desde la secretaría de Economía u otras, pero desde la Secretaria de Educación y Ciencia de la Ciudad de México, que quede claro que será un trabajo colaborativo y con una evaluación muy rigurosa”.