LA era AMLO
La ruptura con el modelo neoliberal impulsada por Andrés Manuel López Obrador marca una nueva etapa para la economía mexicana en donde se buscará redistribuir la riqueza y se dará prioridad a la extracción y refinación de petróleo para tratar de sacar a M
redistribuir mejor la riqueza, buscar una mayor rectoría del estado en la economía e impulsar el gasto público y la inversión de gobierno son las tres directrices principales de la actual administración en materia económica
el presidente de México dio vuelta a la página al acabar con el modelo neoliberal implementado desde el sexenio de Miguel de la Madrid en 1982, y a cambio se comprometió a un impulsar un proyecto de desarrollo estabilizador que sea justo para todos los mexicanos.
El plan económico de la nueva administración es ambicioso, pero el camino está lleno de desafíos que podrían condenar al fracaso a un esquema que aún no queda claro cómo se ejecutará durante los próximos seis años.
La mayor incertidumbre que surge es si el mandatario Andrés Manuel López Obrador puede lograr que su proyecto económico sea exitoso.
“El gobierno heredó una economía de bajo crecimiento y salir de esta trayectoria le va a costar mucho trabajo. El principal desafío al que se enfrenta es que deben recuperar la confianza de los inversionistas para que con esos recursos puedan impulsar el crecimiento del país”, dice Álvaro Vargas, catedrático de posgrado en la Escuela Bancaria y Comercial (EBC).
México lleva más de 30 años estancado en un bajo crecimiento del que no será fácil salir. Sin embargo, el Gobierno federal es optimista al creer que se puede alcanzar la meta de expansión de 4 por ciento anual, aunque
el Producto Interno Bruto (PIB) nacional ha avanzado en promedio 2 por ciento en las últimas décadas.
Por ahora, el presidente ha detallado poco sobre el rumbo que tomará durante los próximos seis años, pero en sus discursos destacan tres directrices fundamentales.
La primera es redistribuir mejor la riqueza, seguida de la búsqueda de una mayor rectoría del Estado en la economía y finalmente impulsar el gasto público y la inversión de gobierno
Especialistas coinciden en que aún falta que se presente el planteamiento general del modelo económico, así como el manejo presupuestal que le dará vida, aspectos que podrían darse a conocer en la siguientes semanas.
Pronósticos en contra
El 21 de noviembre de 2012 se dio vida a la narrativa Mexican Moment (Momento Mexicano o Memo), que buscaba posicionar a México frente a los ojos del mundo como un país competitivo y atractivo para las inversiones.
El expresidente Enrique Peña Nieto publicó un artículo en The Economist titulado ‘Mexico’s moment’, en el que enlistó las prioridades de su gobierno.
No obstante, los esfuerzos fueron en vano, pues al final el “Memo” se desvaneció. El país tuvo avances importantes en materia económica con la promulgación del paquete de reformas estructurales, pero no fue suficiente para alcanzar el crecimiento de la economía esperado en 5 y 6 por ciento anual.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), considera importante dar vuelta a la página para empezar a construir un nuevo pacto económico que busque atender las necesidades del país.
“El me xi canmoment fue más un elemento político que se generó como un mecanismo de comunicación, pero que en realidad nunca se transformó en un nuevo dinamismo para la economía mexicana. Se implementaron muchos cambios y se aplicaron nuevas leyes, pero esto no llevó al país a alcanzar la productividad esperada”, asegura el economista.
Hoy México atraviesa por una
El principal desafío al que se enfrenta el nuevo gobierno es tratar de recuperar la confianza de los inversionistas para que con esos recursos puedan impulsar el crecimiento del país”
Álvaro Vargas Catedrático de posgrado en la Escuela Bancaria y Comercial
Con la llegada de López Obrador al poder analistas consultados por Banxico pronostican que 2019 traerá una mayor inflación, un dólar más caro y una menor expansión del PIB
fase de transformación al pasar del Mexican Moment a la era AMLO. Pero lograr la Cuarta Transformación no será tan sencillo, al menos en materia económica.
Por principio, al menos durante los primeros dos años de gobierno, la promesa de crecimiento no se cumplirá.
Analistas del sector privado consultados por el Banco de México (Banxico) pronostican que 2019 traerá una mayor inflación, un dólar más caro y una menor expansión del PIB.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicará en 3.50 por ciento, por encima del 3.45 por ciento pronosticado en octubre pasado.
Respecto al tipo de cambio prevén que este se ubique en 20.33, desde la estimación previa de 18.90 pesos, mientras que con el crecimiento económico redujeron la expectativa de 2.20 a 1.90 por ciento.
En cuanto a la expansión del PIB para 2020, el banco central publicó por primera vez sus perspectivas, las cuales mostraron que la economía crecerá entre 2 y 3 por ciento.
El director del IDIC reconoce que este panorama obliga al Gobierno federal a ajustar sus pronósticos, al menos en el mediano plazo, porque para llegar a la meta de 4 por ciento es necesario que primero se instrumenten nuevos lineamientos de política económica y se privilegie la inversión.
“Primero se deben presentar las propuestas para atajar los principales desafíos y esto obliga al Ejecutivo federal a tener un diálogo muy activo y propositivo con la iniciativa privada y con otros sectores de la sociedad porque transformar un país de bajo crecimiento no es una tarea fácil”.