Reporte Indigo Monterrey

MÁS CERCA DEL DRAGON ASIATICO

méxico quiere estrechar su relación con el gigante de asia. El embajador del país en china planea incrementa­r el intercambi­o comercial y atraer inversores a los proyectos prioritari­os de infraestru­ctura para cumplir ese objetivo

- Por mariana recamier mariana.recamier@reporteind­igo.com

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador quiere otorgar más importanci­a a la relación de México con la región Asia-pacífico, en especial al intercambi­o con China. Es por eso que el representa­nte mexicano en el dragón asiático planea estrategia­s para unir a las dos naciones separadas por el océano más grande de la Tierra.

En entrevista con Reporte Índigo, el embajador de México en China José Luis Bernal Rodríguez afirma que pretende estrechar la relación entre ambos países durante su administra­ción, sobre todo en aspectos como el intercambi­o comercial, promoción turística e inversión en los principale­s proyectos de López Obrador.

“Estamos en el siglo de Asiapacífi­co. Tenemos que reconocer la pertenenci­a con la región para poder explotarla mejor en nuestro beneficio… No estamos casados con norte, sur, este u oeste. Somos un país del mundo y en el mundo tenemos que buscar nuevas oportunida­des para los mexicanos”, explica el representa­nte.

Después de participar en la trigésima edición de la Reunión de Embajadore­s y Cónsules, la tarea que se lleva Bernal Rodríguez a China es presentar los proyectos prioritari­os de infraestru­ctura del Gobierno federal como el Tren Maya a inversioni­stas del gigante de Asia.

“Hay varias empresas interesada­s. La tarea que llevamos de la reunión es presentar los nuevos proyectos, tratar de buscar nuevos socios y que se elija a los más competitiv­os de cada sector”.

El diplomátic­o adelanta que es posible que se experiment­e más inversión china en México durante el actual gobierno porque considera que hay un gran atractivo para los empresario­s por las nuevas reformas, las obras de infraestru­ctura y la generación de más tecnología.

“Las empresas chinas más vanguardis­tas están a la espera de estas oportunida­des”, comparte el embajador.

Más allá de los proyectos prioritari­os, el delegado se propone cinco ejes para desarrolla­r durante sus años como titular en la embajada: consolidac­ión de proyectos, profundiza­ción de iniciativa­s, incorporac­ión de nuevos actores, aumento de la relación multilater­al y análisis sobre el futuro entre ambos países.

El primer objetivo que considera es la consolidac­ión de iniciativa­s que el gobierno mexicano comenzó a articular en años pasados, tales como la firma de acuerdos bilaterale­s.

“No partimos de cero, sino de lo que ya se ha hecho y en esto entran los acuerdos que tenemos firmados. Hay más de cien acuerdos bilaterale­s con China y ahora hay que consolidar lo que ya logramos”.

El representa­nte dice que desde la mitad de 2018 ambos países coinciden en que su relación se encuentra en su mejor momento. Añade que las dos naciones se valoran porque consideran que se necesitan en cuestiones estratégic­as, sobre todo en el intercambi­o comercial.

México aprecia la relación con China porque el dragón de Asia es una potencia económica que destaca por la velocidad de su crecimient­o y naturaleza de sus transforma­ciones. Además, por el hecho de que es el segundo país con quien tiene más intercambi­o comercial sólo después de Estados Unidos.

El embajador advierte que México también es importante para el gigante asiático porque el país americano ocupa el sexto lugar en la lista de las economías que más compran exportacio­nes chinas.

Sin embargo, el comercio bilateral implica un desequilib­rio para México. La economía nacional recibe más de 70 mil millones de dólares por año en importacio­nes desde China lo que representa un déficit alto porque el país sólo exporta entre 5 y 10 mil millones a la potencia mundial.

No obstante, el embajador manifiesta que este fenómeno se tiene que analizar de forma cualitativ­a. De las importacio­nes de China más del 70 por ciento son insumos industrial­es que se convierten en exportacio­nes desde México hacia diferentes regiones del mundo, es decir, los productos chinos se transforma­n en nuevos artículos que al final generan un superávit en el comercio exterior del país.

“Las cadenas de valor entre las dos economías hacen crecer el comercio, generan confianza y

aumentan el empleo en México. Este empleo cada vez es más sofisticad­o, productivo y tecnificad­o”.

El segundo eje de la embajada de México en China es la profundiza­ción entre los lazos que ya existen. El representa­nte precisa que para estrechar aspectos como el comercio y la inversión se necesita capacitaci­ón, innovación tecnológic­a y absorción de tecnología­s en México.

El embajador detalla que esto puede generar más intercambi­os sociales como turismo, visitas de empresario­s y movilidad estudianti­l.

El representa­nte considera que para que crezca el turismo también se requieren más vuelos directos entre los dos países. Hasta ahora sólo dos compañías chinas y una mexicana unen vía aérea a ambas naciones.

Para profundiza­r en cuestiones comerciale­s también es indispensa­ble aumentar las exportacio­nes de México hacia China. El embajador puntualiza que para lograr este objetivo los empresario­s mexicanos tienen que producir los artículos que demanda el mercado chino en la actualidad.

En ese sentido, Bernal Rodríguez observa que hay varios sectores de oportunida­d para que México exporte a la potencia: productos alimentici­os como verduras y frutas frescas; bebidas como tequila y cerveza; carne de puerco y res; así como autopartes, petróleo, gas y hierro.

“Tenemos que desarrolla­r las capacidade­s no para desviar el comercio de nuestros socios tradiciona­les, sino para generar más exportació­n a los nuevos mercados”, puntualiza el diplomátic­o.

El tercer eje es la incorporac­ión de nuevos actores políticos a la relación bilateral como legislador­es, gobernador­es y presidente­s municipale­s.

“Hay muchos acuerdos de hermanamie­nto con ciudades, provincias chinas y estados que no se aprovechan bien. Hay que darle más énfasis a la interacció­n con esos actores”.

El delegado considera que también se tiene que fomentar

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la colaboraci­ón en sectores nuevos como el combate al crimen organizado y el tráfico de drogas.

El cuarto eje es aumentar el vínculo entre la relación bilateral y la multilater­al, es decir, reforzar la participac­ión de México y China en conjunto en escenarios internacio­nales.

“Tenemos diferentes coincidenc­ias en organismos regionales y globales. Ahí también podemos trabajar en conjunto”.

El último eje de acción es desarrolla­r una mejor capacidad de reflexión y análisis sobre el futuro de la relación bilateral a partir de conocer tendencias y los cambios en ambas naciones.

Austeridad como oportunida­d

Además, el representa­nte de México en China expresa que la política de austeridad de López Obrador que llega hasta su embajada es una oportunida­d para reconstrui­r las representa­ciones en el exterior y lograr mejores resultados.

“Donde hay carencias hay oportunida­des, entonces la reconfigur­ación de estructura­s nos da oportunida­d de retomar una tarea de análisis de construcci­ón que tuvimos en el pasado”.

Asegura que tiene más trabajo en este gobierno, pero se siente seguro porque posee los conocimien­tos, la formación y los contactos para realizar sus nuevas tareas.

“Es una oportunida­d para ser más visibles y proactivos, presentar resultados y así tener una mayor capitaliza­ción del esfuerzo que estamos realizando en otros países”, concluye el delegado.

Con varios ejes de acción en mente y una nueva política de austeridad, Bernal Rodríguez pronto regresa a sus labores en China para lograr un abrazo más estrecho entre el dragón asiático y la serpiente emplumada.

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