Reporte Indigo Monterrey

Vitíligo, más allá de la piel

Las críticas sociales pueden ser una carga pesada para las personas que tienen esta enfermedad; sin embargo, entender este padecimien­to, conocer su origen y tratamient­os puede cambiar la vida del paciente y acabar con los mitos

- Por Fernanda Muñoz @Marifermun­ozco

El vitíligo es una enfermedad sin razón específica de origen. Su mayor desventaja no es padecerla, sino la crítica social y estética que hay detrás. De acuerdo con la Secretaría de Salud federal y la Fundación Mexicana de Dermatolog­ía (FMD), de dos a cinco por ciento de la población mexicana la tiene, causa que la vuelve menos común y más señalada.

Daniela detectó su primera mancha a los cuatro años, una pequeña parte de su párpado se tiñó de blanco. Con el paso del tiempo, los dedos de sus manos, hasta sus muñecas, y algunas partes de sus piernas, específica­mente las rodillas, cambiaron de tono o mejor dicho, se mezclaron entre dos colores.

“Lamayorafe­ctaciónque­puede causar este padecimien­to es el emocional. Existe mucha ignorancia sobre el tema, la cual te hace sentir juzgada. Mi etapa de adolescenc­ia fue difícil, tratando de encajar en los estándares de belleza, intentaba cubrir mi cuerpo en todo momento para evitar las preguntas incómodas, como ‘¿Te duele?’, ‘¿Te quemaste?’ Con el tiempo he aprendido a amarme

es importante tomar en cuenta que la enfermedad afecta al ámbito emocional. es fundamenta­l el apoyo psicológic­o del paciente y su familia”

y a aceptarme con este padecimien­to”, cuenta Daniela.

El doctor Daniel Asz Sigall, integrante de la FMD, dice que si bien el vitíligo es una enfermedad que no incapacita al paciente, genera un impacto emocional importante en su calidad de vida; sin embargo, con el tratamient­o adecuado se puede controlar.

“Es importante tomar en cuenta que la enfermedad afecta, en muchos casos, al ámbito emocional. Es fundamenta­l el apoyo psicológic­o del paciente y su familia para evitar situacione­s estigmatiz­antes”, puntualiza Sigall.

Aunque se conoce que el vitíligo se origina por la pérdida o falta de funcionami­ento de los melanocito­s, células que producen la melanina, es decir, el pigmento en la piel, no se sabe específica­mente por qué se da este fenómeno.

La dermatólog­a Dalia Ibarra Morales, del Hospital General de México, explica que hay muchas teorías del por qué los melanocito­s desaparece­n. Una de las más importante­s señala que dichas células son atacadas y destruidas por otras del sistema inmunológi­co, por lipocitos, principalm­ente.

Rossana Janina Llergo, vicepresid­enta de la FMD, coincide con su colega y recalca que la destrucció­n de melanocito­s es causada por anticuerpo­s citotóxico­s, linfocitos o ambos.

Del porcentaje de mexicanos que tienen esta enfermedad, o de la población mundial, que es aproximada­mente dos por ciento, de acuerdo con la Revista Mexicana de Dermatolog­ía, ninguna de las personas padece el mismo tipo de vitíligo. Unos son localizado­s, que son cuando el paciente tiene sólo un par o una mancha en una parte específica de la piel. También están los segmentari­os, que afectan un solo segmento, ya sea sin pasar la línea media del cuerpo (estos se dan más en niños y personas más jóvenes); bilaterale­s, simétricos, o universale­s, que perjudican toda la piel.

Cuando Daniela decidió acudir a un médico para tratar su enfer- medad, aceptó realizarse uno de los procesos, pero con el tiempo dejó esa opción de lado y optó por vivir con las manchas que la habían acompañado desde niña. Actualment­e no las esconde, usa vestidos sin mangas y se toma fotografía­s que comparte en sus redes sociales con el fin de que las personas que tienen el mismo aspecto que ella no se sientan solas y, al contrario, se muestren tal como son.

La doctora Ibarra enfatiza que las personas con vitíligo deben acudir a un dermatólog­o certificad­o para que las atiendan, y no sólo ellas, sino toda la gente interesada en cuidar su piel y evitar enfermedad­es como el cáncer.

Daniel Asz Sigall Integrante de la FMD

Tipos de tratamient­o

El vitíligo no tiene cura, pero sí se puede controlar. La especialis­ta del FMD asegura que se ha logrado detener la enfermedad en la mayoría de los casos, pero ese resultado puede ser muy variable. La función de los tratamient­os es estimular los melanocito­s para que ejerzan su función de pigmentar.

Ibarra Morales comenta que los métodos se aplican dependiend­o del tiempo de evolución que tenga el paciente con la enfermedad, la localizaci­ón o si tiene algún otro padecimien­to asociado. “Lo que

más usamos son los esteroides, como los derivados de la cortisona. Dependiend­o de la zona en la que hay vitíligo en el cuerpo va a ser la potencia de la sustancia que se utilice. Éste se usa por un tiempo determinad­o debido a los afectos adversos que puede tener”, explica.

Los inhibidore­s de calcineuri­na tienen un efecto similar a los esteroides, pero no causan efectos adversos. Se usan por un tiempo limitado, e igual disminuyen la inflamació­n del melanocito de la piel para que se vuelva a producir pigmento.

Carlos Linder lleva ocho años con vitíligo. Después de haber vivido una pérdida familiar, la de su abuela materna, notó que sus manos y rostro estaban cambiando, su piel apiñonada tomaba un tono blanco. Ésto le extrañó porque ningún miembro de su familia tenía el mismo padecimien­to. De acuerdo con la FMD, solo entre 20 y 30 por ciento de los pacientes cuenta con antecedent­es de un familiar afectado.

“En algunos momentos de mi vida sí me llegó a afectar el qué dirá la gente, pero en realidad he aprendido a quererme y a respetarme como soy”, declaró el joven a Reporte Índigo.

El originario de Perú lleva fototerapi­a, en casa, con lámpara UVB, y un tratamient­o con vitaminas y tacrolimus.

En el texto Nuevas tendencias en la fototerapi­a del vitíligo, de José Manuel Carrascosa y Mireia Sábat, de la Universida­d Autónoma de Barcelona, la terapia UVB fue altamente reconocida luego de que dos dermatólog­os europeos trataron a un grupo de 78 pacientes con este tratamient­o, y durante un periodo máximo de un año, 56 por ciento presentó una repigmenta­ción.

Carlos, de 25 años, decidió abrir un canal deyoutube y una cuenta personaliz­ada en Facebook, ambos con el nombre “Mi vitíligo, mi vida”, que creó en 2016. En estos portales, las personas con el mismo padecimien­to cuentan su experienci­a y cómo han hecho para afrentar la situación.

“Cuando a mí me pasaba sí era muy estresante, porque la gente, quizás por la ignorancia que tienen hacia la enfermedad, pensaba erróneamen­te que las podía contagiar o pegar las manchas”, confiesa Carlos.

Los especialis­tas recomienda­n que, además de acudir a terapia psicológic­a para aprender a enfrentar situacione­s adversas debido al aspecto no común de su piel, cada paciente tiene que llevar un tratamient­o establecid­o por un médico y no dejarse llevar por recomendac­iones caseras. El vitíligo es una enfermedad más entre las miles que hay no solo en México, sino en el mundo, y que no tiene una razón de ser señalada, por lo que necesita mayor investigac­ión.

en algunos momentos de mi vida sí me llegó a afectar el qué dirá la gente de mí, pero en realidad he aprendido a quererme y a respetarme como soy”

Carlos Linder

Diagnotica­do con vitíligo

aproximada­mente, dos por ciento de la población mundial tiene vitíligo, de acuerdo con la Revista Mexicana de Dermatolog­ía

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