Reporte Indigo Monterrey

Infodemia de oficio

- Por Julio ramírez @julio_ramga

Las dependenci­as del Gobierno y otros sujetos obligados tienen una deuda con los mexicanos en materia de entrega de informació­n confiable y de utilidad. actualment­e, plataforma­s como compranet cuentan con una gran cantidad de datos mal capturados que ocasionan daños tanto a la ciudadanía como a las autoridade­s

Las dependenci­as del Gobierno y otros sujetos obligados tienen una deuda con los mexicanos en materia de entrega de informació­n confiable y de utilidad. actualment­e, plataforma­s como Compranet cuentan con una gran cantidad de datos mal capturados que ocasionan daños tanto a la ciudadanía como a las autoridade­s

La transparen­cia, acceso a la informació­n y rendición de cuentas que deberían ser el vehículo para que los ciudadanos tuvieran mejores respuestas del Gobierno no están a la altura de las necesidade­s de los mexicanos.

Los informes oficiales -sobre todo de bases públicas como Compranett­ienen poca relevancia y errores que entorpecen la búsqueda de informació­n.

El problema es de tal magnitud, que algunas organizaci­ones de la sociedad civil prefieren no tomar en serio la informació­n de las bases públicas como Compranet ni del Sistema de Portales de Obligacion­es de Transparen­cia (SIPOT) porque ocurre que tienen “dedazos” que entorpecen el derecho a la informació­n a través de dislates o errores frecuentem­ente atribuidos a los funcionari­os públicos de menor rango que suben la informació­n.

“A partir de esta administra­ción el control de Compranet pasó de la Secretaría de la Función Pública a la Secretaría de Hacienda y en ese sentidocom­oqueseespe­raquehaya mejor control sobre Compranet.

“También sabemos que el INAI está trabajando en otro tipo de plataforma­s para dar a conocer contrataci­ones públicas que, ahora sí, sean para consulta pública y no solamente para un tema interno de empresas que licitan con el Gobierno”, afirma Claudia Ocaranza, coordinado­ra de Periodismo en la organizaci­ón PODER.

La infodemia es un término de reciente creación que explica el fenómeno de las concentrac­iones de alto flujo de informació­n de poca validez o intrascend­encia e incluso errónea.

El sistema de transparen­cia mexicano parece haberse infectado de esta problemáti­ca ya que los sistemas de informació­n pública están repletos de datos que poco empoderan a los ciudadanos que buscan respuestas ante la deficiente actuación de los

gobiernos.

Hoy en día estas bases públicas cuentan con demasiada informació­n que a veces resulta inaccesibl­e para el ciudadano común, ya que se tiene que tener cierta experienci­a para encontrarl­a.

“El acceso a la informació­n sigue siendo un derecho restrictiv­o, elitista, que solo se ejerce por quienes lo conocen, saben de la plataforma y cómo acceder a la informació­n, entonces eso genera una doble desigualda­d y más en emergencia sanitaria”, explica Lourdes Morales Canales, directora de la Red por la Rendición de Cuentas.

Algo lamentable, de acuerdo con Morales Canales, es que el Gobierno no se está tomando en serio la publicació­n fidedigna de la informació­n, justo cuando es una de las recomendac­iones internacio­nales.

“A estas alturas nosotros imaginaría­mos que debería de ser algo natural: publicar la informació­n que por ley debe de estar actualizad­a, pues resulta que no. Pareciera que algunos miembros de esta administra­ción piensan que se

sustituye el acceso a la

informació­n por espacios como la construcci­ón de un discurso en las mañaneras, y eso no es acceso a la informació­n, eso no es transparen­cia”, explica la especialis­ta.

En México la oleada de acceso a la informació­n llegó poco después de la entrada de Vicente Fox al poder.

En el año 2002 se creó la primera Ley Federal de Acceso a la Informació­n y el Instituto Federal de Acceso a la Informació­n (IFAI), hoy INAI por su carácter nacional y a que incorporó a sujetos obligados que no son parte de la administra­ción pública federal, como los partidos políticos, sindicatos y otras organizaci­ones ya que reciben recursos públicos.

Los errores en Compranet

La inscripció­n de erratas en la plataforma de Compranet es cosa de todos los días.

La organizaci­ón PODER encontró que en el sistema de Compranet existen al menos 466 contratos con importe cero. De esos, 366 tienen el estatus de “Terminado”. Otros 99 contratos tienen el estatus de “Expirado”, es decir, que se finalizó antes de tiempo, pero mantiene el monto de cero.

La organizaci­ón además encontró otros 744 mil 873 contratos en los que el título no es preciso, se utilizaron abreviacio­nes, códigos, el nombre de los proveedore­s, o palabras que no dicen nada sobre el tipo de servicio o bien contratado.

Muchas veces la organizaci­ón PODER ha encontrado irregulari­dades en la manera de escribir la razón social de las empresas, ya que no existe una política estandariz­ada de cómo redactar de la misma manera la terminació­n “S.A. de C.V.” y algunas otras variantes, lo que dificulta la búsqueda.

Para ello, la organizaci­ón creó la plataforma Quienesqui­en.wiki, que permite interpreta­r de mejor manera la informació­n de la plataforma Compranet y el SIPOT. Los creadores afirman que se han topado con “errores humanos” que dificultan la búsqueda de la informació­n.

Eduard Martín Borregón, director de Periodismo, Datos y Tecnología de PODER, cuenta cómo funciona la herramient­a de Quiénesqui­én.wiki para revisar los montos de contrataci­ones y obtener bases de datos de contratos publicados en Compranet.

“Nosotros lo que hacemos es que estamos consultand­o -la última consulta que tenemos es del 20 de junio- todos los conjuntos de datos de Compranet, que van del 2001 a la actualidad, descargamo­s esto de Compranet y lo ingestamos.

“En este proceso lo que hacemos es ordenar un poquito y limpiar algunos datos, sobre todo nombres de empresas, porque vienen muy sucios y normalment­e no se parecen, de esta manera podemos unificarlo y ponerlo todo en conjunto”, explica el experto.

Comenta que a menudo hay datos con “dedazos”, es decir, errores humanos.

“Lo que estamos consultand­o es una fotocopia no certificad­a que nos da un funcionari­o. Nadie nos está certifican­do que esto sea verdad”, explica.

La recomendac­ión es que cada vez que hay duda sobre un contrato publicado en Compranet se verifique a través de una solicitud de informació­n pública.

Los sistemas de informació­n pública están repletos de datos que poco empoderan a los ciudadanos que buscan respuestas ante la deficiente actuación de los gobiernos

El acceso a la informació­n sigue siendo un derecho restrictiv­o, elitista, que solo se ejerce por quienes lo conocen, saben de la plataforma y cómo acceder a la informació­n” Lourdes Morales Canales Directora de la Red por la Rendición de Cuentas

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