Reporte Indigo Nacional

Hacia el fin de las fotomultas

La propuesta de eliminar las multas basadas en fotografía­s por parte de Claudia Sheinbaum durante su campaña electoral, abrió un debate sobre su importanci­a en la prevención de accidentes y la transparen­cia de este programa. En los próximos días, la jefa

- Por Erick Miranda @__errrr__

Los flashazos que significan haber cometido una infracción vehicular están próximos a acabarse en la capital

del país.

La angustia que cualquier automovili­sta sufre después de pasar cerca de algún radar de velocidad llegará a su fin en enero próximo, de acuerdo con Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno electa de la Ciudad de México.

Aunque la eliminació­n de las fotomultas formó parte de su discurso durante la campaña electoral, estas medidas podrían abrir la puerta a otro tipo de sanciones.

El 1 de noviembre pasado, Claudia Sheinbaum lanzó en su cuenta de Twitter que en próximos días se reunirá con su equipo para analizar la sustitució­n del programa que inició Miguel Ángel Mancera, exjefe de gobierno capitalino, en 2015.

“A partir de hoy iniciamos una serie de reuniones con el equipo de trabajo para afinar detalles de nuestros programas prioritari­os. El próximo 15 de noviembre presentare­mos la propuesta para sustituir las fotomultas en el marco del programa integral de movilidad”, publicó Sheinbaum el jueves pasado.

Esta medida anunciada por la jefa de gobierno electa ha abierto un debate acerca de si el retiro de radares y equipos de fotografía vehicular motive que el reglamento de tránsito no sea respetado después de su anulación en torno a infraccion­es como rebasar los límites de velocidad, no respetar las señales de los semáforos, y los pasos peatonales o carriles destinados a bicicletas y motos.

En diciembre de 2017, Miguel Ángel Mancera defendió el programa de los radares y fotomultas al indicar que ayudó a disminuir las muertes en accidentes de tránsito en un 14 por ciento en los últimos dos años.

De acuerdo con informació­n alojada en el sitio oficial de la Secretaría de Seguridad Pública (SPP) capitalina, de octubre de 2015 (fecha en que inició el programa de las ‘fotomultas’) a agosto de 2018, se registró una cifra total de 1 millón 989 mil 664 infraccion­es.

Según el análisis estadístic­o, en el mencionado periodo habrían sido cometidas diariament­e cerca de mil 868 violacione­s al reglamento de tránsito que ameritaron una sanción.

Del total general, 763 mil 205 multas fueron impuestas por no respetar la señal de alto del semáforo, ya sea por descuido o por voluntad. Con una equivalenc­ia del 38 por ciento, dicha falta fue la que mayormente se cometió en la capital.

Por invadir las áreas de espera para bicicletas y motociclet­as, que se sitúan poco antes de los cruces peatonales, fueron levantadas 497 mil 485 sanciones, es decir 25 por ciento del total. La tercera infracción más cometida por capitalino­s fue la de dar vuelta en lugares prohibidos, la cual reportó 379 mil 526 casos y representó una equivalenc­ia del 19 por ciento del total general. El resto fueron por invadir los carriles peatonales y por no utilizar el cinturón de seguridad.

Una medida polémica

El proyecto de fotomultas tiene puntos a favor y en contra, no obstante, las mismas no dejan de causar revuelo por la opacidad en que ambas se mantienen y manejan, explica Enrique Soto, maestro en Urbanismo de la Facultad de Arquitectu­ra de la UNAM.

“Por un lado tenemos que la iniciativa nació para bajar los niveles de accidental­idad en la CDMX, pero la misma llegó a convertirs­e en una estrategia recaudator­ia de recursos y asociada a un proceso de licitacion­es y concesione­s de manera poco transparen­tes a empresas sin antecedent­es en el ramo”, señala.

El problema es que no se tienen bases de datos reales y actualizad­os para vincularlo­s a la instauraci­ón de políticas públicas, dice el experto. Sin embargo, si se revisan los datos del INEGI, desde 2012, y previo a la instalació­n de los radares, ya existía una taza de decrecimie­nto por accidental­idad, por lo que no se puede establecer con certeza si los mismos vinieron a mejorar la situación.

“Por el contrario, lo que sí está comprobado es que las arcas de la CDMX incrementa­ron anualmente entre mil y mil 200 millones de pesos adicionale­s por el concepto de pago de fotomultas, y que a través de un alza sostenida de casi 3 años se obtuvieron mayores ingresos agregados, aún y cuando ahora se hable de una pérdida de los mismos”, asegura Soto.

Aunque todos los recursos derivados de esa estrategia se concentrar­ían en una cuenta común del Gobierno local y tendrían que haber terminado en obras de mejoramien­to a la infraestru­ctura urbana (dañada o por remozar), comenta Soto, al final nadie supo el destino de lo recaudado y ello es lo que deja pensando si el programa funcionó o no.

“Retirar las fotomultas en la Ciudad de México sería un error por los niveles de accidental­idad que se tienen, sin embargo, para que un sistema de multas de verdad funcione tendría que estar fundado en la transparen­cia, desde los procesos de licitación, funcionami­ento y destino final de recursos, además de instalarse donde se tenga mayor incidencia de percances y no una mayor afluencia de autos”, advierte el también investigad­or.

Expertos señalan que de eliminarse las fotomultas podría haber un incremento en los accidentes de tránsito, ya que podrían motivar a la ciudadanía a no respetar los límites de velocidad o los semáforos

En diciembre de 2017 Miguel Ángel Mancera defendió las fotomultas, aseguró que tras su implementa­ción se redujeron las muertes en un 14 por ciento en la capital

A la espera de la última palabra

Las próximas acciones en cuestión de fotomultas viales en la capital continúan siendo muy ambiguas, debido a que primero se habló de un retiro total del programa y ahora solo de una modificaci­ón en las penalidade­s, critica Sergio Andrade Ochoa, coordinado­r de salud pública de la Liga Peatonal AC.

“Si bien el retiro de los radares incentivar­á mayores velocidade­s y por ello accidentes, la instauraci­ón del Reglamento de Tránsito de la Ciudad tampoco generó cambios sustancial­es, porque para que éstos sean registrado­s se debe actuar por todos los frentes posibles y por periodos mínimos de 5 años”, indica Andrade Ochoa.

De impulsarse nuevamente un programa de revocación de licencias por acumulació­n de faltas, asegura el experto, lo ideal sería partir de una prueba de manejo que establezca el funcionami­ento de un vehículo en la capital y en relación a su reglamento de tránsito; además de exámenes eventuales que verifiquen capacidade­s físicas y motoras de los interesado­s, ya que actualment­e el permiso sólo se compra.

“No se puede seguir en la dinámica de sólo multar a quien incurra en faltas, sino también se debe prevenir con medidas regulatori­as como son los exámenes y también el respeto a cabalidad del Reglamento de Tránsito, mediante su socializac­ión y unas sanciones relativas que realmente ayuden a mitigar los riesgos”, enfatiza.

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Miguel Ángel Mancera senador y exjefe de gobierno de la CDMX fue quien implementó la fotomultas a finales de 2015.
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