Austeridad presupuestal
El contenido del Paquete Económico con el que arrancarán los proyectos del primer año de gobierno del presidente López Obrador es uno de los mensajes que podrían dar calma a los inversionistas
Con el paquete económico 2019, el Gobierno federal deberá cumplir las promesas de campaña
La señal está en espera. Los mercados se mantienen a la expectativa del Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 (PEF), en el que se establecerán los recursos con los que operará el primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los integrantes del equipo del mandatario han declarado que dicho paquete será un reflejo de la austeridad que manejará la nueva administración federal.
El contenido del proyecto podría ser la señal de confianza que requieren los mercados para olvidar el nerviosismo e incertidumbre que han vivido desde la cancelación de la construcción del aeropuerto en Texcoco, refiere Manuel González, analista económico de Signum Research.
“Uno de los primeros retos para el gobierno es manejar el presupuesto de manera muy prudente, no aventarse con proyectos demasiado ambiciosos que pudieran deteriorar las finanzas del país”, declara el especialista.
El contenido del documento aún es desconocido, pero Carlos Urzúa, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), adelantó desde octubre que el PEF contará con medidas de disciplina financiera que se verán reflejadas en una meta de superávit primario de 0.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
El secretario también reveló que el Paquete Económico 2019 mantendrá los niveles de deuda de 45.3 por ciento respecto al PIB.
Al respecto, González prevé que la administración tratará de ser prudente para no perder el capital político y los niveles de aceptación en el país por lo menos durante el primer año de gobierno.
“Con el presupuesto van a evaluar los gastos y los niveles de recaudación que llevarían a la presentación de reformas durante el segundo año de gobierno”, adelanta.
Apretar el cinturón
En los Pre-criterios 2019, elaborado por la SHCP, se proyecta un gasto de 5.5 billones de pesos para el sector público, que al restarle cerca de un 80 por ciento, equivalente al gasto no programable, como las participaciones a entidades federativas, pago de nóminas o pensiones, por referir algunos, se dispondrá de una quinta parte del gasto susceptible de ajustes.
En la construcción del paquete fiscal se contemplarán algunas promesas que se hicieron durante la campaña presidencial, como el aumento a la pensión para adultos mayores, becas para jóvenes y los recortes a los salarios de altos funcionarios públicos.
También considera los pagos que deberán realizarse por la cancelación del NAIM, que incluirá trabajos de construcción de la terminal en Santa Lucía.
De acuerdo con proyecciones del gabinete, la pérdida por la cancelación de la terminal aérea ascendería a 100 mil millones de pesos, monto que deberá restarse del PEF 2019.
Ante este panorama, el reto para el mandatario es que el monto del presupuesto sea suficiente para cubrir los proyectos sociales, declara Siegfried Seedorf, especialista en finanzas e inversiones de la Universidad La Salle.
El catedrático también advierte que los recursos para que el Gobierno federal cubra las propuestas será necesario realizar recortes en algunos rubros como educación, deportes o gastos a la salud.
“El reto es que aún con los recortes hay que incentivar el gasto público, pues sin este gasto la economía mexicana puede sufrir una caída durante la administración”.