Receta a la medida
El apoyo al personal médico y el desarrollo de infraestructura de salud son relevantes para que el país pueda contrarrestar las consecuencias para la economía ocasionadas por la pandemia
dentro del plan para salir de la crisis debe estar presente un elemento crucial para el desarrollo general del país: el sector salud.
La pandemia de COVID-19 puso en evidencia un problema que no solo está presente en México, sino en muchos países de todo el mundo. En el caso nacional el presupuesto al sistema lleva una década contraído.
En 2013 alcanzó su pico más alto con 2.87 por ciento del PIB, desde entonces comenzó a descender.
Para el año pasado se le destinaron 624 mil millones de pesos, equivalente a 2.55 por ciento, mientras que el monto aprobado para el 2020 alcanzó el 2.67 por ciento del PIB, de acuerdo con un análisis elaborado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Esto quiere decir que México está rezagado en al menos tres puntos del PIB con relación a lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere a los países destinar.
En la batalla contra el enemigo invisible también se encuentra el personal médico, profesionistas que son reconocidos todos los días en las diversas conferencias que realiza la actual administración, sin embargo, al momento de revisar el tabulador de sueldos las doctoras y doctores en el país son poco valorados en contraste con otros países.
El Informe de Compensación de Médicos 2019 elaborado por Medscape revela que el personal médico en territorio nacional gana en promedio 22 mil dólares al año (unos 500 mil pesos), cifra casi tres veces menor de lo que ganan los especialistas en España y Brasil.
La brecha se hace más grande al mirar hacia Francia donde la proporción aumenta a casi cinco veces y en Estados Unidos las y los médicos ganan 14 veces más.
En el caso de la enfermería la desigualdad salarial también es evidente. La OCDE calcula que