Daños colaterales
La Dirección General de Análisis Legislativo del IBD indica que, además de la salud y la educación, la pandemia ha afectado a las niñas y niños mexicanos en el entorno familiar
Entre los daños colaterales de la pandemia por COVID-19 a niñas, niños y adolescentes destacan el cierre de escuelas, la saturación de servicios de salud (lo que dificulta el acceso a vacunación o atención temprana, así como rutinas de prevención), el cierre temporal de diversos negocios o comercios, y las complicaciones por el confinamiento.
De acuerdo con el estudio de la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez (IBD), titulado “Las niñas, los niños y los adolescentes (NNA) y el COVID-19”, elaborado por la investigadora Carla Angélica Gómez Macfarland, el resguardo domiciliario es una de las mayores afectaciones a los menores de edad.
Asimismo, las cuestiones sanitarias, el cierre temporal de guarderías, estancias infantiles, escuelas, parques y lugares de entretenimiento, así como las cuestiones de violencia intrafamiliar y acoso en Internet, entre otros temas relacionados.
El confinamiento y las horas que pasan en casa con otros familiares han ocasionado tensiones entre relaciones personales que provocan comportamientos agresivos por parte de los propios NNA o de sus cuidadores.
En ese sentido, el estudio indica que algunos organismos internacionales consideran que es más riesgoso para la salud mental, emocional y desarrollo social y educativo de las niñas y niños mantener las escuelas cerradas, que abrirlas con las
medidas de higiene y salud recomendadas.
Gómez Macfarland apunta que, hasta octubre del año pasado, del 100 por ciento de los casos confirmados de coronavirus, 3.8 por ciento correspondía al grupo poblacional más joven, es decir, aquellos que tienen entre 0 a 19 años, donde entran las niñas, niños y adolescentes.
El estudio completo del IBD puede consultarse en la siguiente dirección: http://bibliodigitalibd.senado.gob.mx/handle/123456789/5084