De la Garza y Samuel García, en la mira
La Fiscalía General de la República informó que abrió carpetas de investigación contra los candidatos al Gobierno de Nuevo León Adrián de la Garza y Samuel García por presuntos delitos electorales
La Fiscalía General de la República informó que abrió carpetas de investigación contra los candidatos al Gobierno de Nuevo León Adrián de la Garza y Samuel García por presuntos delitos electorales
La Fiscalía General de la República, a través de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE), abrió carpetas de investigación por presuntos delitos electorales en contra de los candidatos a la gubernatura de Nuevo León del PRI y Movimiento Ciudadano, Adrián de la Garza y Samuel García, respectivamente.
El organismo informó que ha dado respuesta a un gran número de denuncias ciudadanas, en el sentido de que “se está violentando el artículo 19 de la Constitución Mexicana, que ordena prisión preventiva oficiosa por el uso de programas sociales con fines electorales”.
Lo cual se ratifica en el artículo 7, fracción VII, y el artículo 6 de la Ley General en Materia de Delitos Electorales, así como en el artículo 167 del Código Nacional de Procedimientos Penales.
Al abanderado del PRI se le acusa de solicitar el voto femenino a su favor, a cambio de la entrega de la denominada “tarjeta rosa”, que permite obtener dinero si el candidato gana la elección; lo cual significa la compra y coacción del voto.
Por su parte, Samuel García, junto con su padre, su esposa y su suegro, son señalados por “hechos presuntamente delictivos” marcados en el artículo 15 de la Ley General en Materia de Delitos Electorales.
Dicho lineamiento se refiere a aportaciones en dinero o especie, así como fondos o bienes de origen ilícito presuntamente utilizados en forma ilegal para fines electorales.
En ambos casos, la Fiscalía inició una indagatoria, con las pruebas correspondientes, para determinar la situación legal de los candidatos.
Al abanderado del PRI se le acusa de solicitar el voto femenino a su favor, a cambio de la entrega de la denominada ‘tarjeta rosa’, lo cual significa la compra y coacción del voto