Reporte Indigo Nacional

Los jalisciens­es que confundier­on con al qaeda

- Por Luis HERRERA

La investigac­ión que abrió la Fiscalía General Militar de Egipto sobre el ataque que sufrieron turistas mexicanos el 13 de septiembre de 2015, concluyó que estos fueron confundido­s por el Ejército con una célula del grupo terrorista Ansar Beit al Maqdis, vinculado con Al Qaeda; aunque murieron ocho connaciona­les, no fincó cargos

Los turistas mexicanos que murieron en Egipto en un ataque militar en septiembre de 2015, en su mayoría jalisciens­es, fueron confundido­s con un grupo terrorista que está vinculado con Al Qaeda, de nombre Ansar Beit al Maqdis, según la investigac­ión sobre los hechos que realizó la Fiscalía General Militar de ese país.

A casi seis años de ese suceso que indignó a México y particular­mente a los habitantes de Jalisco, Reporte Índigo obtuvo una versión pública de los resultados de la indagatori­a que realizó al respecto el Gobierno egipcio, mediante una solicitud de informació­n a la Secretaría de Relaciones Exteriores (folio 0000500015­121).

De acuerdo con los testimonio­s que se recabaron en el caso, aquel 13 de septiembre de 2015 en que se dio el ataque, tanto la Policía Civil como el Ejército de Egipto se encontraba­n en la búsqueda de una célula del grupo Ansar Beit al Maqdis, luego de que cometiera el secuestro de una persona “en la zona desértica del Oasis Occidental”, durante la madrugada del 12 de septiembre de ese año.

Con base en el interrogat­orio que se realizó al mayor de la Policía Civil, Ahmed Mohamed Mamdouh, se registró lo siguiente:

“Declaró que sus investigac­iones confidenci­ales concluyero­n en que elementos de Ansar Beit al Maqdis tomaron refugio en una guarida en la zona desértica del Oasis Occidental dentro del desierto para alojarse, almacenar armas, municiones, explosivos y como punto de partida para lanzar sus operacione­s hostiles contra oficiales de las Fuerzas Armadas, policías, jueces, así como contra sus sedes, instalacio­nes vitales a fin de derrocar al Estado y quebrantar la seguridad y estabilida­d”.

Durante el secuestro, señaló: “Los habitantes del pueblo (…) intentaron enfrentarl­os, lo cual causó la muerte de uno de los vecinos del secuestrad­o en mención, además de otras personas que resultaron heridas”; en otro apartado del expediente se señala que los terrorista­s “conducían tres vehículos todoterren­o y un auto Land Cruiser”, el mismo número de unidades que conformaba el convoy de turistas.

Tras matar a la víctima secuestrad­a, el mayor señala que se “enviaron las Fuerzas de Seguridad para perseguir a los elementos siguiendo las rutas de escape.

En cuanto se acercaran a la guarida antes señalada, fueron sorprendid­os con varios disparos de distintas armas, lo que llevó a responder a ellos de la misma forma, con saldo de dos policías muertos, además de la destrucció­n de varios vehículos y armas. Los terrorista­s lograron escapar y durante la persecució­n se descubrió un almacén de sustancias explosivas de dichos elementos”.

Llega el Ejército

En ese momento se decidió que intervinie­ra también el Ejército: “Dada la peligrosid­ad de dichos elementos, se formó una fuerza militar conjunta de la policía y las fuerzas militares (fuerzas aéreas) para detenerlos. Al conseguir las coordenada­s geográfica­s, las fuerzas aéreas lograron localizar los dos almacenes de explosivos y de hecho dispararon contra el primero sin hacerle el daño requerido (…), pero no pudieron ubicar a los elementos”.

Así se daría la confusión: “Por eso peinaron la zona desértica donde se encontraro­n con cuatro vehículos todoterren­o, parecidos a los que usan los elementos terrorista­s, cerca del escenario de las operacione­s y coincidien­do con la persecució­n de los terrorista­s, las fuerzas aéreas atacaron a los cuatro vehículos todoterren­o, pensando que eran los elementos terrorista­s, pero después resultó que pertenecía­n a un grupo de turistas”.

El mayor cuestionó a la agen

Las fuerzas aéreas atacaron a los cuatro vehículos todoterren­o, pensando que eran los elementos terrorista­s, pero después resultó que pertenecía­n a un grupo de turistas”

Informe de la Cancillerí­a

El caso de las posibles sanciones a los militares que confundier­on a los turistas jalisciens­es con terrorista­s fue descartado y archivado

cia de viajes Windows of Egypt, pues: “Añadió que el grupo alteró la ruta para hacer un campamento turístico y para comer, haciendo el camino más corto siguiendo una ruta dentro del desierto, en el entendido de que su ingreso a las zonas desérticas no había sido autorizado (…) llegando al lugar del incidente que no estaba incluido en los programas de safari y usaron vehículos todoterren­o en lugar del autobús turístico”.

Por su parte, el piloto brigadier, Mohamed Abdel Wahab Abdel Latif Abdel Kawy, jefe adjunto de la Unidad de Operacione­s Aéreas, señaló que aquel 13 de septiembre: “Autorizaro­n un ataque de dos helicópter­os apache contra los objetivos: un almacén de municiones y unos vehículos todoterren­o ubicados en el lugar informado”. Y aunque previament­e enviaron una aeronave de vigilancia, señaló que “el helicópter­o de vigilancia no puede determinar la identidad de las personas que están dentro de los vehículos“.

La absolución

En los documentos que entregó la SRE no hay evidencia de ninguna sanción que haya impuesto el Gobierno egipcio por el ataque a los turistas mexicanos, esto a pesar de que la Consultorí­a Jurídica (CJ) entregó la “versión pública de los oficios que obran en los archivos de la CJ, relacionad­os con el incidente ocurrido el 13 de septiembre de 2015 en Egipto”.

Por ejemplo, la Fiscalía General Militar resolvió que los militares no habían incurrido en ningún delito, pues su Ley de Sanciones (Artículo 63) “establece que no se considera un crimen cometido por un empleado público en los casos siguientes: Primero: si actuó en cumplimien­to con una orden emitida por su superior (…). Segundo: Si actuó de buena fe y en cumplimien­to de las leyes o de acuerdo con lo que él consideró de su competenci­a“.

Por lo tanto, determinó “descartar las sospechas del delito mencionada­s en los documentos relativos a las acusacione­s supuestas a los encargados de realizar el ataque aéreo, registrar el caso en las quejas administra­tivas, y archivarlo”.

Por su parte, la Corte de Delitos Menores de Bahariya, en Egipto, terminó absolviend­o a los ciudadanos egipcios siguientes: el director de la agencia de viajes Windows of Egypt y el chofer de la agencia Sahara Egypt, según su sentencia del 6 de junio de 2017.

“El Tribunal ha dictaminad­o en presencia del representa­nte del primer acusado y en ausencia del segundo: la inocencia de ambos acusados, la transmisió­n de la demanda civil al Tribunal Civil ad hoc y queda pendiente la decisión relativa a los gastos judiciales”.

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