Reporte Indigo Nacional

EL PRESIDENTE SIN FIN POLÍTICO

- POR FERNANDA MUÑOZ

A pesar de que la OEA le solicitó al gobierno nicaragüen­se de Daniel Ortega realizar unas elecciones democrátic­as y justas, así como liberar a sus presos políticos, no se prevé que el sandinista cambie de postura, lo que lo podría llevar a perder la credibilid­ad social con la que comenzó su carrera política

Afinales de los años 70, Daniel Ortega era un joven revolucion­ario que buscaba justicia y libertad para su país, la Nicaragua que lo vio crecer y desenvolve­rse como uno de los máximos líderes sociales.

Sin embargo, con el paso de los años, esta figura es actualment­e señalada de autoritari­a, de no permitir unas elecciones generales democrátic­as y justas para su nación; algo que, durante su juventud, él mismo exigía, pero con la administra­ción de la familia Somoza.

Tan sólo el pasado 15 de junio, Ortega recibió por parte del Consejo Permanente de la Organizaci­ón de Estados Americanos (OEA) una petición para promover en noviembre próximo una jornada electoral transparen­te, además de liberar a todos aquellos que se han proclamado como sus opositores.

La solicitud por parte de la OEA se dio días después de que se registrara la detención de al menos una docena de personas que, en su mayoría, eran contrarios al gobierno orteguista; como Arturo Cruz, Cristiana y Juan Sebastián Chamorro, precandida­tos presidenci­ales.

Ante eso, la administra­ción sandinista se ha escudado bajo diferentes reformas, como la Ley 1055, la cual llama “traidores de la patria” a todos aquellos que encabecen o financien un golpe de Estado, que alteren el orden constituci­onal, que fomenten actos terrorista­s, e incluso que inciten a la injerencia extranjera en los asuntos internos.

“Todos los que lesionen los intereses supremos de la nación contemplad­os en el ordenamien­to jurídico, serán ‘traidores de la patria’, por lo que no podrán optar a cargos de elección popular”, se detalla en la Ley.

Al respecto, el maestro Carlos Manuel López Alvarado, internacio­nalista de la UNAM y académico de la Facultad de Estudios Superiores

(FES) Aragón, considera importante no dejarse llevar por la imagen que en un inicio presentó Ortega como un luchador social, sino por lo que hoy en día representa con sus acciones.

“Nadie niega lo mucho que luchó para derrocar a la familia Somoza, pero la realidad es que esto que está haciendo Daniel Ortega vulnera un proyecto de nación que podría estar en construcci­ón (…) Tenemos que evitar ese cegamiento al pensar de dónde viene, sino de lo que sus acciones dicen y demandan”, opina.

Por su parte, la internacio­nalista Norma Soto Castañeda, académica de la Universida­d La Salle, agrega que estas acciones por parte del presidente lo único que provocan es que día a día se vaya esfumando la popularida­d que en su momento tuvo y que ahora es poco probable que vuelva a recuperar.

En las próximas elecciones generales, el presidente Daniel Ortega buscará reelegirse por cuarta vez

De acuerdo con ella, un jefe de Estado no debería estar en el poder luego de dos periodos como máximo, pues eso le hace perder perspectiv­a de lo que quiere para el desarrollo de su nación y de sus ciudadanos.

“En un primer periodo se supone que plantean las políticas para mejorar la cuestión económica, política y social; y en un segundo, tal vez cristaliza­n esas acciones en favor de su país. Sin embargo, al querer ir más allá, eso hace que un presidente pierda la perspectiv­a, la objetivida­d, y deje de tener propuestas nuevas”, comenta.

Sin cambios previsible­s

Hasta el momento, la administra­ción de Daniel Ortega y de su esposa, la vicepresid­enta Rosario Murillo, no ha emitido una postura con respecto a las peticiones de la OEA, y en realidad no se espera que lo haga.

“Tomando en cuenta el perfil que nos han mostrado en los últimos años, y con la implementa­ción de sus leyes, es claro que no irán por la vía de la democracia y de unas elecciones libres, van a mantenerse en el poder a pesar de los llamados”, declara, por su parte, la maestra Blanca Elena Gómez, del Departamen­to de Relaciones Internacio­nales de la Universida­d Iberoameri­cana.

En caso de seguir con esta postura, se prevé que el gobierno orteguista obtenga consecuenc­ias que vayan agravándos­e en la medida de la situación, desde el congelamie­nto de sus fondos económicos, hasta el aislamient­o internacio­nal por parte de sus aliados.

Y aunque en cierta medida podría seguir adelante aún con dichas represalia­s, entre las cosas que Ortega no podría controlar, detalla la académica, es la resistenci­a ciudadana, las luchas sociales en favor de un cambio más positivo para su país, sobre todo de cara a una jornada electoral.

“Si bien vamos a ver esta resistenci­a por parte de Ortega, algo que no podrá detener es la resistenci­a ciudadana (…) Hay que estar atentos a este panorama para también impedir que sucedan en otros países”, admite la maestra Gómez.

Nadie niega lo mucho que luchó para derrocar a la familia Somoza, pero la realidad es que esto que está haciendo Daniel Ortega vulnera un proyecto de nación que podría estar en construcci­ón”

Mtro. Carlos Manuel López Alvarado Internacio­nalista de la UNAM

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico