Más allá del desarrollo
descubrir una vacuna no es suficiente. Ahora que tenemos la tecnología para desarrollarlas, también debemos asegurarnos de contar con la capacidad fiscal para comprarlas, la de fabricación para producirlas y la logística para entregarlas.
Así como la inteligencia administrativa para asegurar que estos esfuerzosconduzcanalavacunación equitativa de las personas en todas partes, explica Luis Felipe Lópezcalva, Subsecretario General Adjunto de la ONU y Director Regional de América Latina y el Caribe en su análisis titulado “Una carrera contra el virus: Una mirada temprana al estado de las campañas de vacunación contra COVID-19 en LAC”.
De acuerdo con el documento, aunque se puede considerar que el primer obstáculo (encontrar una cura) lo hemos logrado superar, la carrera contra el virus está lejos de terminar, especialmente para algunas regiones del planeta, como Latinoamérica.
“En comparación con los países más ricos, la mayoría de las naciones de América Latina y el Caribe (con la excepción de Chile) no han podido asegurar suficientes vacunas potenciales para cubrir a toda su población, un hecho que se vuelve más marcado cuando esas compras se restringen solo a las vacunas que están actualmente autorizadas”, dice López-calva.
Según su estudio publicado en la página de la ONU, dentro de los países acaudalados, solo Canadá y el Reino Unido han comprado suficientes vacunas autorizadas a nivel nacional para poder administrar dos dosis a cada persona. En Latinoamérica, esto es cierto solo para Chile.