UNA REUNIÓN A LA MODA
A 15 años de su estreno, el filme El Diablo viste a la
moda, se mantiene en el gusto del público gracias a su guión y la química que se dio entre el reparto; por
ello, el elenco se reunió para discutir los alcances de esta cinta, así como para compartir sus experiencias
durante la filmación
POR PATRICIO CHÁVEZ
Hace 15 años salió una historia que cambiaría la forma de ver el mundo laboral y de la moda, así como el reflejo y el esfuerzo necesario para tener éxito en ellos. Se trata de El Diablo viste a la moda (The Devil
Wears Prada), la aclamada película dirigida por David Frankel que está basada en la novela de Lauren Weisberger, en donde una joven llamada Andrea Sachs, se muda a Nueva York y es contratada en una de las más importantes y prestigiosas revistas sobre moda. Sin embargo, este trabajo se vuelve difícil cuando Andrea descubre lo difícil y demandante que puede ser su jefa.
Por primera vez, desde su estreno en 2006, el elenco conformado por Meryl Streep (Miranda Priestly), Anne Hathaway (Andrea Sachs), Stanley Tucci (Nigel), Emily Blunt (Emily Charlton), Gisele Bundchen (Serena) y Nate (Adrian Grenier) se reunieron en una videollamada, junto al director David Frankel y la diseñadora de vestuario Patricia Field para discutir qué hizo esta película tan icónica, su trascendencia y el impacto que tuvieron los suéteres azul cerúleo.
David Frankel, junto a Elizabeth Gabler, quien fue la directora de Sony Pictures Entertainment, en ese entonces, mencionaron sobre las complicaciones que tuvieron respecto al papel de Andrea Sachs y el porqué el estudio no quería inicialmente a Hathaway para interpretar el papel. De hecho, buscaban a una actriz más comercial que ya hubiera tenido éxito en una película anterior, como Rachel Mcadams con The Notebook, a quien le ofrecieron el papel tres veces.
“Nos reunimos con Anne para tratar de llegar a un acuerdo y esa negociación no le pareció al estudio. La dirección más comercial sería ir con otras actrices del género dramático; le ofrecimos el papel a Rachel Mcadams, el estudio tenía mucha fe en ella, sin embargo, estaba muy decidida en no interpretarlo”, mencionó Frankel.
Durante la plática, Meryl Streep compartió que su personaje como Miranda Priestly le implicó muchos retos. Protagonizarlo de manera correcta le implicaba estar aislada del elenco para poder entrar en papel y así, brindarle más realismo a su personaje.
“Podía escuchar a todos riendo y divirtiéndose afuera de mi tráiler. Estaba tan deprimida. Pensé ‘bueno, es el precio que debo pagar por ser la jefa’. Esa fue la última vez que intenté un método de actuación”, relató.
Además, la actriz reveló que tampoco estuvo muy feliz de interpretar a alguien que actuara de una manera tan indiferente, algo que también notaron sus compañeros en el set.
“Miranda Priestly se comportaba como toda la gente poderosa lo hace, lo cual es tratar con indiferencia a las personas que están en un puesto inferior al tuyo, lanzar los abrigos a tu asistente es algo horrible y molesto, no trataba de agradar ni ser querida”, relató Streep.
El elenco cerró la reunión hablando sobre la importancia de tener a una mujer en una posición de poder y que, además, sea respetada por ello.
“La sociedad ha condicionado a las mujeres a siempre ver el mundo, sobre todo el laboral, a través de los ojos de los hombres, pero nunca al revés”, aportó el actor Stanley Tucci que interpreta a Nigel.