Al alza, denuncias ambientales
En los últimos cuatro años, las quejas por delitos que atentan contra el medio ambiente se han duplicado en la Ciudad de México: la mayoría son por construcciones irregulares y maltrato animal
Las denuncias ante la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de la Ciudad de México han ido en aumento durante los últimos años.
Datos del organismo señalan que de 2002 a 2021 las querellas ambientales realizadas por la ciudadanía han crecido más de 50 por ciento. Entre las que más se han presentado, destacan las de maltrato animal y por las construcciones irregulares.
Estadísticas de la PAOT disponibles en su portal de transparencia indican que en 2017 el órgano recibió cuatro mil 294 quejas ciudadanas por delitos que atentan contra el medio ambiente.
Para 2018, la cifra creció a cinco mil 236, 942 más, que representan 21 puntos porcentuales por arriba de lo registrado el año previo.
En 2019 la PAOT recibió cinco mil 169 quejas ciudadanas, 67 menos que en 2018. Sin embargo, en comparación con 2017, las denuncias significan un aumento de 975.
En 2020, año en el que en México inició la pandemia por COVID-19 y se decretó el confinamiento como medida para evitar contagios, la cantidad de quejas presentó una disminución considerable, contabilizando un total de mil 193 denuncias.
Sin embargo, en 2021 la suma de denuncias tuvo un crecimiento exponencial y alcanzó la cifra de 10 mil 039: cinco mil 745 más que en 2017, es decir, 133 por ciento más en comparación con ese año.
Hasta el 15 de noviembre de 2022, que es la última fecha de actualización de la PAOT, el órgano ha registrado seis mil 432 denuncias, 49 por ciento más que en 2017.
El maltrato animal es un delito recién tipificado a nivel local y puede ser sancionado hasta con dos o cuatro años de prisión
Los motivos
Las cifras consultadas señalan que el principal motivo por el que se han presentado denuncias por delitos ambientales es el maltrato animal. En total, de
2002 a 2022, la PAOT ha registrado 60 mil 678 quejas, de las que 17 mil 119 fueron por dicha razón, el equivalente al 28 por ciento.
En segundo lugar están las violaciones al uso de suelo, en el mismo periodo la procuraduría ha acumulado un total de 14 mil 603 denuncias, el 24 por ciento.
Le siguen el ruido y las vibraciones con un total de ocho mil 432 denuncias en el lapso referido, que corresponden al 13.9 por ciento.
El cuarto motivo de quejas es la violación a áreas verdes protegidas: de 2002 a 2022 ha acumulado seis mil 066 quejas, 10 por ciento del total.
Los motivos que menos quejas acumulan son por gases, olores y vapores con 0.9 por ciento del total, 576 quejas; así como la invasión de barrancas, con 353 denuncias, 0.58 por ciento.
El maltrato animal como delito ambiental
El maltrato animal es un delito recién tipificado a nivel local.
En 2014, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal -ahora Congreso de la Ciudad de México- catalogó el maltrato animal intencional y culposo como un delito ambiental.
A través de la reforma, estas acciones se clasifican como delitos culposos y pueden ser sancionados hasta con dos años de prisión si las lesiones infligidas no ponen en peligro la vida del animal, y hasta cuatro años si le provocan la muerte.
El decreto clasifica el maltrato o crueldad como delito culposo al incorporar ambas conductas al artículo 76 del Código Penal.
Asimismo se reformó el artículo 350 Bis como el 350 Ter de dicho ordenamiento, para también castigar el maltrato por omisión o negligencia en contra de cualquier especie animal no humana.
Antes de las modificaciones, la sanción aplicaba únicamente si la conducta se efectuaba de manera intencional; al clasificarse como delito culposo se extiende a actos no intencionales o imprudenciales en virtud de que la omisión generadora de lesiones o de la muerte del animal ha de ser prevista y evitarse.
Con lo anterior, la Ciudad de México fue pionera en acciones legislativas en favor de una cultura de respeto y trato digno a los animales.
Igualmente, desde 2017 (cuando se promulgó la Constitución de la Ciudad de México), se considera a los animales como seres sintientes y sujetos de derechos.
“En la Ciudad de México toda persona tiene un deber ético y obligación jurídica de respetar la vida y la integridad de los animales; éstos, por su naturaleza son sujetos de consideración moral. Su tutela es de responsabilidad común”, detalla el artículo 16 de la Carta Magna local.
Derivado de ello, se creó la primera Ley para la Protección de los Animales y la Agencia de Atención Animal (AGATAN).
La CDMX fue pionera en acciones en favor de una cultura de respeto y trato digno a los animales, al considerar desde 2017 a estos seres como sujetos de derechos