Al final, sí protestaron
El capitán de Inglaterra, Harry Kane, saltó a la cancha con un brazalete negro con la frase “No discriminación” unas horas después de que las siete selecciones europeas descartaron portar el de la campaña antidiscriminación “One Love”, que incluía un corazón multicolor, luego de que la FIFA amenazó con mostrar una tarjeta amarilla a los capitanes.
Previo al partido, jugadores ingleses también se hincaron en señal de protesta por los abusos a los derechos humanos en Qatar.
Asimismo, los futbolistas de Irán protestaron de manera silenciosa sobre el terreno de juego al no cantar un himno nacional, que escucharon abrazados, ni celebrar sus tantos.
Esto se da tras las protestas que remecen desde hace dos meses al país islámico por la muerte de una joven detenida por no llevar velo.
Incluso el lema de las protestas “Woman, Life, Freedom” (“Mujer, Vida, Libertad”), pudo verse en algunos carteles y en una bandera gigante desplegada en dos ocasiones en la grada iraní.
Las amenazas más graves a la teocracia gobernante desde los caóticos años que siguieron a la fundación de la República Islámica, estuvieron presentes en la grada.
Para algunas iraníes, que tienen prohibido acudir a partidos de futbol masculino en su país, fue también una valiosa primera oportunidad para ver a su selección en vivo.
Una aficionada de nombre Afsani, de 34 años, dijo que lloró cuando entró al estadio. “¿Sabe lo doloroso que es ser la mayor aficionada al futbol y no poder haber ido nunca a un juego en 34 años?”, afirmó.