Por Julio Pilotzi
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y Ticketmaster han llegado a un acuerdo en relación con una demanda colectiva presentada por 434 consumidores por la cancelación unilateral de boletos de eventos entre enero de 2020 y diciembre de 2023. Aunque este acuerdo busca resarcir a los afectados, los cuestionamientos sobre la transparencia y la calidad del servicio de Ticketmaster persisten.
Uno de los puntos más controvertidos es que, si bien algunos consumidores recibirán el reembolso completo del boleto más cargos por servicio y una bonicación del 20 por ciento, aquellos afectados por cancelaciones debido a la pandemia de COVID19 solo recibirán el reembolso del costo del boleto. Este acuerdo, por demás vergonzoso, plantea interrogantes sobre la equidad en el trato a los consumidores, especialmente en un contexto tan excepcional como una emergencia sanitaria.
Además, la implementación de la aplicación móvil “App Ticketmaster MX” por parte de Ticketmaster para mejorar la experiencia del consumidor y prevenir problemas como la falsicación y reventa, aunque positiva, también suscita dudas sobre las prácticas previas de la empresa en cuanto a seguridad y transparencia en la venta de boletos.
Si bien, este acuerdo representa un paso adelante en la protección de los derechos de los consumidores, deja al descubierto la necesidad de que las empresas como Ticketmaster sean más transparentes en sus operaciones y el merecimiento de sanciones más rmes y duras que verdaderamente calen en sus estados nancieros para que no sean irresponsables con los consumidores mexicanos. Ahí queda un penoso episodio más de esta empresa, y por supuesto de la Profeco, que de verdad debería defender a los consumidores.