Studio Incaíble: sustentabilidad y arte
El arte siempre ha estado relacionado, de alguna u otra manera, con el medio ambiente, y en los últimos años dicho vínculo se ha fortalecido gracias a corrientes artísticas que reúnen recursos que ofrece la naturaleza, o bien porque las obras se integran en la naturaleza misma.
La música no ha sido indiferente a este nexo gracias a su enorme poder de unir a la gente, despertar conciencias y motivar a la participación ciudadana. Cada vez son más los artistas que se involucran en temas ecologistas como el calentamiento global, el cambio climático, el efecto invernadero, la energía nuclear, las energías alternativas, la explotación de recursos fósiles, la protección de especies animales, la conservación de recursos naturales, la crueldad animal y la preservación de los pueblos indígenas. Björk, Sting, Radiohead, Rodrigo y Gabriela, Neneh Cherry, Green Day, Neil Young, Incubus, Maná, Pearl Jam y más recientemente el Colectivo Jaguar - al que dan vida Doctor Krápula, Manu Chao, Rubén Albarrán, Roco Pachucote, Moyenei Valdés, Chucho Merchant y la Fundación Terra Nova a favor de la protección de la Amazonía- son algunos de los músicos cuyo activismo busca difundir entre sus seguidores y la sociedad en general instrumentos, opciones, acciones y actividades encaminadas a transformar y conservar el medio ambiente.
Donde el sol y la música se encuentran
Además de los mismos músicos, dentro de este universo también existen otros actores interesados en la temática medioambientalista, quienes están sumando esfuerzos a favor de un mundo mejor. El productor mexicano
Patricio Lobeira es una de esas personas con la firme idea de que se puede hacer música a través de la energía solar y no exclusivamente con la energía del petróleo, razón por la que convirtió su estudio de grabación Incaíble, asentado en la ciudad de Monterrey, en el primer estudio sustentable en Latinoamérica. “Una de las vertientes que trae la música, el arte, y la creatividad en general, es que te desarrolla esta parte sensible, la relacionada con el alma, con lo místico y la conciencia. Los artistas son, en mayor o menor medida, promotores de los cambios en la sociedad. El activismo ecológico lo he manifestado desde que era niño, pero siempre con esa cosa de pensar en lo difícil que es llevar lo que uno piensa a la realidad, muchas veces te la pasas quejándote, diciendo que quieres cambiar al mundo, pero no sabes por dónde empezar”, cuenta Patricio.
“Muchas veces todo esto se queda sólo en un mensaje y de estos hay muchos, así que cuando tuve la oportunidad en Suecia me di cuenta de que allá están en otra sintonía, tienen el chip de la sustentabilidad y de pensar en el medio ambiente. Separan la basura, la manera en la que se transportan es distinta, la gente camina más. Cuidan y protegen los árboles y estando allá tuve la inquietud de querer contribuir para tener un mundo mejor. Fue entonces que se me ocurrió hacer páneles solares y buscar la forma de no usar energía del petróleo, poder tener energía del sol y así hacer música. A lo mejor no suena tan novedoso, pero hace cinco años que se me ocurrió yo pensaba que nadie más había tenido esa idea”, señala el productor. En esa época se realizó la XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático, celebrada en Copenhague, Dinamarca. Vía internet, el fundador de Incaíble contactó a gente de la ONU y les platicó sobre el proyecto. “Pensé que esto no existía, pero desde 2005 hay un estudio en Inglaterra que usa páneles solares para hacer música y también hay uno en Hawaii. A la gente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ( UNEP, por sus siglas en inglés), les gustó mi propuesta y me invitaron a Noruega”. Durante los tres años que vivió en Europa, Patricio Lobeira desarrolló varias ideas para impulsar acciones verdes a través del arte. “La idea que yo traía mutó, se transformó en un proyecto de educación, así que en este momentos estamos muy interesados en eso. Me di cuenta de que los participantes tenían ese enfoque, el servicio con energía solar. Vamos a hacer que la música sirva como una semilla para sembrar en los niños y la juventud en el concepto de sustentabilidad, por ahí va la cosa”, señala. “El plan es hacer una asociación civil que se llame Música Sustentable, abrir el estudio a las escuelas primarias y secundarias para que los estudiantes vivan la experiencia de la sustentabilidad. Hacer dinámicas, darles una clase o mostrarles un video de cómo se puede hacer música con los rayos solares y también invitarlos a que graben una canción”, dice el productor.
A su regreso a México, Patricio se encontró con una ola de violencia que azotaba a su ciudad, lo cual había apagado la vida nocturna, con conciertos cancelados y el cierre de foros. “La vibra de la gente no estaba para que le contaras de sustentabilidad. Pese a todo, muchas personas a las que les platiqué del proyecto se mostraron interesados; al principio lo que ocurrió fue que el precio de los páneles solares era muy elevado y era muy complicado conseguir patrocinio”, recuerda. Sin embargo, el fundador de este particular estudio no se desanimó y buscó asesoría técnica en Londres. De retorno a Monterrey encontró una empresa llamada Galt Energy, la cual permite a sus clientes reducir la tarifa del recibo de luz a través de sistemas fotovoltaicos y estrategias de financiamiento. “Los rayos solares, que son la vibración más grande en nuestro sistema solar, llega a los páneles, se transforma en energía, se prenden los equipos, y el arte y la música que son también vibraciones, se conectan”, comenta.
Una vez que se obtuvieron los fondos para echar a andar el proyecto, uno de los cambios que trajo el estudio se vio reflejado en su iluminación. “Pusimos luces LEDs porque era una cuestión de conseguir ahorrar luz, energía y dinero. Monterrey es un lugar donde hace mucho calor, y en el verano hay que tener aire acondicionado. Tenemos una cortina por donde entra mucha luz, así que la cerramos, y uno de los proyectos fue hacer las adecuaciones para poner un jardín vertical en la pared por donde entrara el sol porque eso ayuda a reducir la temperatura interior”, indica el productor.
¿Cómo funcionan?
“Los paneles solares trabajan de una manera muy sencilla y retroalimentan a la red de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Cuando se necesita energía se obtiene de CFE, pero cuando no se consume se engancha en los páneles y va a la CFE; es decir, les doy energía y ellos me la regresan, pero si la estoy consumiendo es la que proviene del sol”, detalla Patricio. El compromiso de Studio Incaíble - explica el empresario-, es desarrollar un sonido de calidad internacional, razón por la que su diseño acústico es muy especial, con una sala de grabación de cien metros cuadrados con casi cinco de altura, un espacio que resulta ideal para grabar orquestas, secciones de cuerdas, baterías, pianos y voces, entre otros.
El estudio, ubicado en la colonia María Luisa, tiene en su haber instrumentos y equipos que lo destacan de otros como un piano Steinway construido en 1925. También posee un set de micrófonos vintage, de los cuales sobresalen un par de Lomo 19-A19, considerado como el mejor micrófono de bulbo desarrollado durante el periodo de la Unión Soviética, así como un RFT CM7149 construido en Alemania durante la época de la Segunda Guerra Mundial, un amplificador Fender 65 Twin Reverb, otro Fender Blues Junior y un amplificador de bajo Gallien Krueger.
El Studio Incaíble ha prestado sus servicios a importantes sellos discográficos como Warner, EMI y Universal Music, así como a las compañías independientes Musart, IM Discos y Class Music. En su lista de proyectos destacan diversas colaboraciones en bandas sonoras como el de la película mexicana La última mirada, de Patricia Arriaga (IMCINE) y en la película méxico-chilena All inclusive, de Rodrigo Ortúzar Lynch (Jazz Films Producciones).
En 2007, dicho estudio colaboró en la producción de la música para la serie de televisión Las historias del Búfalo de la noche, dirigida y producida por el laureado escritor y director de cine mexicano Guillermo Arriaga.
Además, la lista de figuras que han pasado por el Studio Incaíble la encabezan Armando Manzanero, Susana Zabaleta, Ximena Sariñana, Volován, Jumbo, División Minúscula, Quiero Club, Ari Borovoy, Tatiana y Nicho Hinojosa.
Juan Cavazos Cárdenas es el ingeniero de casa en los estudios, quien por su dominio y adaptabilidad a las nuevas tecnologías de grabación, es considerado uno de los ingenieros de sonido más importantes de la escena musical regiomontana. A su corta edad, cuenta con la experiencia de haber participado en más de 150 producciones musicales de géneros que oscilan entre el hip-hop, la cumbia y el rock alternativo, pasando por la música clásica y la ópera.
Por si fuera poco Studio Incaíble es también un sello discográfico independiente que se planteó como nuevo objetivo el desarrollar, producir y promover a jóvenes con talento, así que el futuro se ve promisorio para este proyecto, que de inicio tiene hechas las paces con la naturaleza.