Noticias desde la península, Tecnoxtitlán o la conquista a la inversa
El grupo español Aviador Dro se formó en Madrid en 1979, tomando el nombre de una ópera del compositor italiano Francesco Balilla Pratella: “Le Aviatore Dro”. Desde entonces se ha convertido en uno de los grupos más influyentes de la música pop electrónica ibérica y su sello discográfico Discos Dro ha tenido un papel fundamental en la historia del pop español. Esta es la entrevista que de forma exclusiva se realizó con Biovac N y CTA 102, integrantes de esta agrupación.
¿Cómo ha sido la evolución musical de Aviador Dro a través de los años?
Biovac N: “Creo que es una evolución que se ha acompañado un poco del desarrollo de las tecnologías, como en el caso del MIDI, que fue un cambio clave; fue como pasar de tocar manualmente de una programación analógica a poder controlar una serie de parámetros, que unos instrumentos hablen con los otros, trabajar de una manera más sofisticada, con bases y percusiones más complejas. Son los dos cambios que hemos vivido, hasta la era digital en la que estamos ahora mismo. Lo que más nos ha facilitado entrar en la tercera revolución de la música electrónica es el trabajo a distancia, pero la idea de hacer pop electrónico sigue siendo la misma, convencidos de que la tecnología y la ciencia nos podían liberar de esa disciplina de tocar. En ese sentido seguimos siendo punks; queremos que nuestros instrumentos toquen solos y eso es lo que hacen nuestros sintetizadores: nosotros les decimos qué hacer y ellos lo hacen, ahorrándonos tiempo de ensayo”.
¿Cómo ha sido su progreso en el uso de cajas de ritmos y secuenciadores?
Biovac N: “Desde el principio buscamos cajas de ritmos con mayor capacidad para producir ritmos y percusiones. Desde nuestra primera caja de ritmos, una Roland CR98, que ya era parcialmente programable, a cajas más sofisticadas como la 908, la Lynn y ahora básicamente lo hacemos con samplers”.
¿Podrían hablar del equipo ( sintetizadores, samplers y demás), que han utilizado en sus grabaciones?
Biovac N: “Siempre nos ha interesado tener equipo nuevo, una máquina que sea el epicentro de cada disco, que nos permita obtener nuevos sonidos; al principio, la mayoría de las secuencias se hacían a mano y luego tuvimos los sintetizadores monofónicos Korg MS10, MS20. También tuve un sintetizador italiano Gem 7. Eran sintetizadores muy sencillos y fáciles de tocar, que usábamos junto a la TR908 o la TR808 de nuestros primeros discos hasta “Alas sobre el mundo”. El peso de los graves de la Roland siempre me ha gustado mucho. Más adelante tuvimos un Sigma de Korg y con él hicimos la mayoría de melodías de la época dorada de Aviador Dro. Después, lo más notable fue el advenimiento de los samplers; empezamos a trabajar con el Ensonic Mirage, con el cual se hacían cosas realmente interesantes, sobre todo con los bajos y los sonidos rítmicos. Luego se ampliaron las posibilidades con programas de composición como los Akai, los Atari. Se puede trabajar de una forma más compleja añadiendo capas y capas (layers) de sintetizadores, que nos