Llega a Quito con
La famosa Fiesta de las Luces de Lyon, Francia, ha salido de sus fronteras para reproducirse en Quito, Ecuador, en el marco de la Conferencia de Naciones Unidas Hábitat III sobre la vivienda y el desarrollo urbano sostenible, y los proyectores de tecnología 3DLP de Christie tuvieron un rol estelar en el evento al hacer posible dos grandes mappings de proyección en las fachadas de las iglesias de La Merced y Santo Domingo.
Miles de personas se reunieron por la noche en las calles del centro histórico de Quito para presenciar la Fiesta de las Luces, un espectáculo de animación sobre muros que se realizó en siete edificios patrimoniales, entre ellos las dos iglesias mencionadas, realizándose por primera vez en América Latina y contando con el apoyo de los municipios de Quito y Lyon, así como de la Alianza Francesa y seis artistas franceses y ecuatorianos.
El municipio de Quito, que con motivo de la conferencia de la ONU Hábitat III realizó varios eventos en los museos e iglesias del centro de la capital ecuatoriana, eligió a la compañía local de renta y escenarios 3Laser para hacerse cargo de las proyecciones. Dicha empresa es referencia en el país sudamericano cuando se trata de hacer mappings de proyección a gran escala.
Sobre la fachada blanca del convento de Santo Domingo, 3Laser proyectó figuras de arte precolombino, arte barroco y arte contemporáneo a cargo del artista francés Laurent Langlois y de la artista ecuatoriana Belén Mena. Este mapping se hizo sobre una superficie de proyección de 50 por 30 metros con tres proyectores de 20 mil lúmenes de tecnología 3DLP de Christie. La proyección tuvo una duración de cinco minutos y se repetía continuamente durante toda la noche, desde las siete y hasta la medianoche.
En el caso del mapping en el convento de La Merced, 3Laser proyectó una animación basada en la historia del universo a cargo de los artistas Jerôme Donna y Simon Milleret-Godet. Con el nombre de Laniakea, la animación estaba basada en imágenes de galaxias, estrellas y planetas, dejando boquiabiertos a los asistentes que grababan con sus teléfonos celulares el espectáculo.