En concierto
Chile en un festival
Viña del Mar, Chile en un festival
El Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, llamado “el festival de los festivales”, es un certamen musical organizado anualmente en Viña del Mar, Quinta Región, Chile. Desde su inicio, en 1960, se ha posicionado como uno de los más conocidos eventos de América Latina. Se realiza en el anfiteatro de la Quinta Vergara y es transmitido en vivo por televisión y radio, alcanzando récords en clasificaciones televisivas y multimillonarias ganancias en concepto de publicidad, programas de televisión asociados y turismo, entre otros. Desde la edición 52 hasta la 57, la organización, producción y transmisión del evento han estado en manos de la estación televisiva Chilevisión, perteneciente a la cadena Turner. Es seguido por millones de espectadores en todo el mundo a través de diferentes plataformas, y como es de imaginar, su staff de producción se prepara cada año para estar a la altura de la ocasión.
Producción a prueba de todo
Carla Ruz es la productora general del Festival de Viña del Mar. Después de tener un inicio en la televisión de su país en la infancia, regresó posterior a sus estudios de comunicación audiovisual. Está involucrada en la producción del Festival Viña del Mar desde 1991: “En ese entonces era asistente del asistente de la producción general de ese momento, me apasionaba la transmisión en vivo y me parecía muy habitual al mundo que había vivido cuando era pequeña”, comenta; “seguí participando del equipo de producción cuando el festival lo empezó a producir otro canal de televisión. En 1998, me fui a vivir a los Estados Unidos y mi primer trabajo fue en management de artistas y empecé a hacer booking de artistas de Chile para el Festival de Viña, el Teletón y diferentes shows de televisión. Regresé a Chile en 2010 al Canal 13, que era el último año que ese canal tenía el certamen del festival y me llamaron para hacer otro programa en Viña en esa semana; en ese mismo año me llamó Chilevision para que me hiciera cargo de la producción de artistas del festival en 2011, me cambié de una vez de canal e hice los años 2011 y 2012 en esa área, y en 2013 fui nombrada productora general del certamen hasta estos días. Haré el próximo Festival de Viña 2018, que es nuestro último año de contrato de licitación con la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar”.
Pregunta esencial: ¿Con cuánto tiempo de anticipación se comienza la pre producción del evento? Carla menciona: “La pre producción del festival no para, es como un sinfín. Cuando regresamos de Viña del Mar nos damos aires de respiro (marzo), para rendir y dejar cerrado el periodo y desde abril y mayo ya trabajamos en los tiempos que la carta Gantt requiere como tiempos de reunión de escenografía, concepto de obertura y demás. Los cargos involucrados en este proceso desde el inicio son el director general, la producción ejecutiva, producción general y coordinación técnica”.
El concepto de producción en el pasado festival fue de la siguiente forma, como su productora general explica: “Se trata de trabajar alineados; es información la que vamos manejando muy delicada y encasillada, lo que finalmente nos hace avanzar en bloque; tenemos por áreas diferenciadas las producciones como: obertura, artistas, competencias, jurados, logística y técnica; en total, dentro del recinto (en el Parque Quinta Vergara y el Anfiteatro son alrededor de cuatro mil 800 personas acreditadas)”.
Como en todos los festivales de tradición, el de Viña del Mar ha marcado puntos importantes en la producción de las ediciones del festival que Carla Ruz: “Para la visita de Luis Miguel la negociación fue tensa; él pidió un solo interlocutor entre Chilevision y su crew; eran decisiones que tomaban en el momento y nosotros tuvimos que reaccionar y cambiar a cada momento los planes de estrategia de salida al recinto, de ingreso a estacionamientos subterráneos, revisión de la ruta de traslado terrestre por aire y demás”.
La retroalimentación con las distintas áreas, empresas proveedoras de equipos o incluso espectadores o asistentes para superar algo que se haya presentado es básico para el perfeccionamiento de la producción del festival: “Cada año que terminamos nuestro festival tenemos evaluaciones e informes por área, que nos han permitido mejorar el evento. Recuerdo una vez que tuvimos que recortar una parte de la escenografía a dos días del estreno porque se tapaba la vista a boletos que estaban comprometidos en venta, por lo que tuvimos que reforzar y reorganizar los turnos de personal para lograr este cambio”.
Para finalizar, Carla Ruz menciona que: “El aprendizaje más importante en mi labor es la capacidad de reunir, organizar y cuadrar cada detalle de la transmisión, para obtener un resultado sin fallas”. Y vaya que así sucede.
Destinos imprevistos y afortunados
Mientras estudiaba periodismo, Cristian Mena Foncea conoció a un maestro que lo invitó a hacer prácticas como asistente de producción en un canal de televisión que actualmente ya no existe, donde terminó a los pocos meses haciéndose cargo de la producción general de ese proyecto. Finalizado ese periodo, en febrero del 2006, una persona de Chilevisión lo invitó a trabajar en el área de producción del canal partiendo en el área deportiva, pasando por uno de los programas más famosos de prensa rosa en Chile y otros proyectos, hasta llegar hoy en día a ser el coordinador técnico del Festival de Viña del Mar.
“El Festival Viña del Mar, es un proyecto que es licitado por la municipalidad de dicha ciudad cada cuatro años. Generalmente participan las cuatro principales estaciones televisivas de chile; Canal 13, Mega, TVN y nuestro canal Chilevisión que adquirió los derechos por primera vez en su historia para transmitir el festival entre los años 2011 y 2015 (lo que volvería a repartirse en su segundo periodo, que aún está vigente, 2015 a 2018). En ese entonces, no teníamos experiencia en este tipo de eventos, pero se armó un equipo base de Chilevisión, que había sido participe de la generación de la propuesta para ganarse los derechos y que empezó a estudiar cómo realizar un festival de tal envergadura y marcar la diferencia de lo que se había realizado en los otros canales”. recuerda Cristian. “Gracias al trabajo y la recomendación de mi jefatura, el productor ejecutivo del festival de ese primer año me dio la oportunidad de unirme a ese equipo y así comencé a trabajar en el festival. En ese entonces éramos muy pocos y hacíamos de todo para ir dándole forma al proyecto. Fue en ese contexto que me empecé a involucrar mucho en la parte técnica, a pesar de no tener gran experiencia en el área. Durante los primeros festivales fui productor técnico y gracias a grandes profesionales que me tocaron en el camino y muchos con los que aún trabajo, en 2015 logré pasar a comandar la parte técnica del evento, trabajó que realizo en conjunto con el área de ingeniería del canal y las distintas empresas que trabajan con nosotros. Mi trabajo es la coordinación general del área, asumiendo la correcta comunicación de las empresas externas, las necesidades del canal y los objetivos creativos que nos pone a prueba el departamento de dirección”.
“Normalmente comenzamos las primeras reuniones para ver el diseño de escenografía junto a dirección y producción general, así también como la productora ejecutiva comienza a negociar con los artistas, varios meses antes del inicio del festival”, menciona Cristian respecto al tiempo de planificación de cada festival. Para él es muy importante el análisis previo, año tras año, sobre todo en áreas tan fundamentales como la energía y la comunicación: “Es muy importante, así como la innovación tecnológica, tener un festival cada año más seguro en todas sus líneas. En ese sentido, nosotros hemos estado trabajando en cada detalle, por ejemplo, en el tema de comunicaciones; hemos realizado constantes mejoras en nuestros sistemas de intercomunicación, configuración de partylines y demás, considerando que una parte fundamental es la comunicación entre las personas que están operando un show de televisión (producción, dirección áreas técnicas y otros). Es igualmente fundamental todo el tema de energía, así que nos asesoramos de personas y empresas especializadas, con las cuales hay que analizar cada punto, desde el más mínimo hasta el más crítico, para que no exista ninguna posibilidad de fallar”.
“Nosotros siempre estamos viendo muchas referencias de eventos internacionales como Eurovisión”, menciona Cristian; “siempre estamos atentos a cómo podemos seguir creciendo y en ese sentido, la innovación tecnológica, la seguridad y las decisiones que hemos tomado nos han llevado a donde hoy está el festival, es decir, el festival más importante de Latinoamérica”. Este año, en el Festival Viña del Mar se ocuparon más de mil 200 metros cuadrados de pantallas LED, lo que equivale a más de ocho millones de pixeles y que implicó un tremendo desafío gráfico y técnico. El trabajo en equipo, la coordinación, el estudio y profesionalismo permitió que los objetivos que tenían estos montajes se lograran y el público lo pudo apreciar tanto en vivo como por televisión”.
“Respecto a elementos de innovación, tuvimos una esfera gigante de cinco metros de diámetro que pesaba más de tres toneladas. Estaba compuesta por con ocho motores variables, más un sistema de rieles que hacían posible girar esta pieza en 180 grados y que al mismo tiempo pudiera descender o ascender en 15 segundos. La mitad de la esfera estuvo compuesta de pantalla LED, misma que tuvo que ser desarmada para poder seguir las líneas curvas de la estructura. La otra mitad estuvo compuesta por iluminación (50 luces Robe Pointe, entre otros equipos). Eso requirió un trabajo de ingeniería de varios meses, lo que fue un gran desafío para el equipo involucrado”.
“En términos de sonido”, explica Cristian; “contamos con un equipo de más de 40 personas operando las consolas y cargo de los montajes de las bandas. Muchos son sonidistas de Chilevisión y otros son profesionales de quienes proveen el equipamiento de Olavarría Sonido, que trabaja en conjunto con Gabisom, de Brasil: viaja un gran camión en donde básicamente llevan muchas consolas, microfónica y multipares. Esto se suma a todo el material que está en Chile, partiendo por el sistema de amplificación. (El PA este año fue d& b audiotechnik). Respecto a la iluminación, menciona Cristian: “Solamente nosotros ponemos algunos equipos robóticos para luz blanca y un par de cañones, pero en general todo lo demás lo proveyó Producciones Órbita, una de las empresas más grandes que hay en Chile en esta área. Se usaron marcas como Robe, Clay Paky y Martin Professional. Nuestro Lighting Designer es Luis Pastor, quien ha trabaja con grandes artistas como Alejandro Sanz, Ricardo Arjona y Maná. Él, junto con un gran equipo, entre lo que destacan un experto en MA Lighting de Brasil, Paulo Lebrao, y dos iluminadores nacionales de gran talento como Javier Carrasco y Felipe Serey, están a cargo del diseño y la programación de luces”. El proceso de negociación en temas técnicos con los artistas se hace de tal forma muy transparente desde un comienzo, ya que al ser este un festival de 6 días y con más de 6 horas de transmisión por cada noche, sería imposible cambiar todo. Por lo que hay una adaptación de los artistas a la escenografía del festival en donde ambas partes tratamos se sacar lo mejor para hacer una instancia única tanto para quien este en el escenario como para el festival. En lo que si no negociamos es en la trasmisión y dirección de tv donde se utilizan 17 cámaras que se distribuyeron entre steadys, grúas, dollys y cámaras aéreas, eso en términos generales”, explica Cristian. Por último, el productor técnico habla al respecto del panorama de los festivales en Chile: “Creo que, dentro del mercado latinoamericano, estamos muy bien posicionados; hoy prácticamente todos los artistas vienen a nuestro país y creo que debiese haber un mayor esfuerzo de las empresas técnicas para conseguir equipos de última generación y así estar siempre al día con el panorama internacional. Respecto al festival mismo, no tenemos límite, creemos en nuestro proyecto y vemos con optimismo y orgullo que hoy nos podemos poner al mismo plano de los festivales más importantes del mundo”.
Entrevistas: Nizarindani Sopeña / Redacción: Michel Loeza