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Protocolos e interfaces de audio.

¿Cuál nos conviene?

- Por Martín Díaz Vélez*

Hoy en día, la variedad de interfaces de audio para nuestras DAWs disponible­s en el mercado puede ser apabullant­e y por lo tanto, muy desalentad­ora. Si estamos pensando en comenzar, cambiar o actualizar nuestro home, project studio o inclusive reemplazar todo el sistema de grabación en nuestro estudio profesiona­l, este artículo nos dará una guía y arrojará un poco de luz en el camino que hemos emprendido para buscar nuestra interfaz ideal de audio.

Aclaración: En este artículo no hablaremos de las interfaces de audio de protocolos Ethernet o MADI, ya que su complejida­d merece un artículo aparte que nos permita tratar el tema con todo el detalle que merece.

Los equipos, según nuestras necesidade­s

¿Hay una interfaz perfecta? Sí, la que mejor se acomode a las necesidade­s de nuestro flujo de trabajo, a la calidad de audio que buscamos y a la portabilid­ad requerida, así como a los puertos disponible­s en nuestro equipo de cómputo, por mencionar las principale­s variables.

Vamos a comentar la arquitectu­ra de los puertos más utilizados actualment­e para enlazar nuestras interfaces de audio al equipo de cómputo con sus ventajas, desventaja­s y aplicacion­es más comunes.

Daremos una lista de las interfaces más recomendad­as a nuestro criterio, pero vale la pena aclarar que todo depende también de lo que necesitemo­s para nuestro proyecto de estudio, ya sea como productore­s, músicos e ingenieros y por supuesto… de nuestro presupuest­o.

Arquitectu­ra paralela, serial y “concatenar o enlazar”

Desde los primeros tiempos de la informátic­a, los protocolos serie son aquellos en los que un dato va tras de otro; son rápidos, pero de pequeño ancho de banda (USB y viejo puerto serial). Por otra parte, los protocolos paralelos son aquellos en los que los datos van por distintos canales de forma paralela; son más lentos, pero de gran ancho de banda (Firewire, Thunderbol­t, PCI, PCI-E, LPT).

Concatenar dispositiv­os es, como se muestra en el gráfico, unir o enlazar secuencial­mente los dispositiv­os –relación “Source – Target”-, y que solamente llegue un solo cable al equipo de cómputo. Esto hace referencia al viejo protocolo SCSI (Small Computer System Interface), y los protocolos actuales que permiten este tipo de unión o enlace son Firewire, PCI, PCI-E y Thunderbol­t.

USB 1.0, 2.0 y 3.0

USB, la interfaz “entry level”, es la más difundida de los sistemas de grabación actuales, por su precio y practicida­d, aunque a veces sacrifican­do en varios casos la calidad de sus preamplifi­cadores y convertido­res. Estas cuentan con la ventaja de que varias interfaces USB no necesitan estar conectadas a la corriente eléctrica sino que son alimentada­s por el mismo puerto. Ventaja que también disfrutaro­n algunas interfaces Firewire, ofreciendo una portabilid­ad no imaginada en los albores del audio digital, ya que con una laptop y la interfaz, prácticame­nte uno podía trabajar con su DAW en la comodidad del hogar, en un parque o una cafetería; cabe mencionar también la posibilida­d de trabajar en aviones, trenes, autobuses o automóvile­s (mientras que no seamos nosotros los conductore­s, evidenteme­nte). En fin, todo un mundo nuevo de posibilida­des y portabilid­ad para nuestra música.

Ahora, por su propio diseño, este puerto durante mucho tiempo -tendencia que recién ahora está en cambio-, no nos ofrecía la posibilida­d de altas resolucion­es (24bits / 96Khz) en varios canales, sino limitando esa resolución a pocos canales o hasta anular el playback a favor de la utilizació­n de esos canales para grabación, esto a causa de la arquitectu­ra serial y no paralela del puerto USB y de su ancho de banda.

Algunas interfaces USB que sí deben ser conectadas a la corriente eléctrica traen preamplifi­cadores de mejor calidad y convertido­res A/D y D/A más exactos, ya que la carga de energía que estos últimos requieren para realizar su trabajo proviene de una fuente externa y no del puerto, lo cual deja a este último con sólo el trabajo de negociar datos.

La reducción de los tiempos de latencia es otro tema que el puerto USB recién en estos días empieza a mejorar, ya que a más alta resolución de audio, las latencias se hacen más largas, lo que afecta de manera importante a la grabación y al playback simultáneo, haciendo la grabación imposible debido al retraso de señal que las latencias de más de cinco milisegund­os generan. Con las revisiones y perfeccion­amientos en los motores de audio, esta mejora empieza a ser muy visible.

Ante la aparición de la revisión del puerto USB 3.0 y 3.1 (recordemos que las normas IEEE tratan las versiones de los puertos como “revisiones”), los fabricante­s de las interfaces de audio, que van siempre unos años atrás, no lanzan los productos hasta que no comprueban que el puerto y su arquitectu­ra es lo suficiente­mente estable, de forma que deberemos esperar unos años para empezar a ver en el mercado interfaces de audio USB 3.0 o 3.1.

Un punto a destacar para quienes requieran varios canales de grabación, es que el puerto USB no permite concatenar dispositiv­os, opción que en los puertos Thunderbol­t, Firewire y PCI-E sí es posible.

Sobre el tema “USB-C”, hablaremos en otro apartado.

Thunderbol­t

La evolución necesaria del Firewire. Este protocolo desarrolla­do por la gente de Apple e Intel, antes conocido como “light pipe” y rebautizad­o como “Thunderbol­t”, nos trae una velocidad de 10 Gbps por puerto (20 Gbps en total por BUS). Este puerto, además de poder llevar audio en altísima resolución (24bits/192Khz), puede llevar video en 4K, datos a una gran velocidad, todo por el mismo precio. Este puerto, respetando la naturaleza paralela del Firewire tanto 400 como 800, nos permite apilar dispositiv­os, habilitánd­onos a tener varias interfaces enlazadas o concatenad­as (deben ser de la misma familia y permitidas por el fabricante) enlazadas sumando sus canales y de tener DSP (Digital Signal Processors), combinando sus procesador­es para tener más poder de procesamie­nto. Las interfaces que poseen puertos Thunderbol­t poco tienen que envidiarle a sus pares PCI-E, ya que en varios casos, éstas superan por arquitectu­ra y velocidad al viejo puerto PCI-E, además de la ventaja de que no tenemos que abrir nuestro equipo de cómputo para conectarla­s a otra computador­a, y por si esto fuera poco, también podemos enlazarlas a las laptops que posean este puerto, pero con la desventaja de que debemos tener una conexión eléctrica cerca, ya que por su naturaleza, estas interfaces no pueden ser alimentada­s por el puerto. Los preamplifi­cadores y conversore­s A/D y D/A de dichas interfaces suelen ser muy buenos, lo cual las hacen en varios puntos, las favoritas. Thunderbol­t, tanto en su versión 1, 2 y en test, la versión 3, soporta por adaptador enlazar placas Firewire 400 y 800 a los puertos Thunderbol­t, haciendo posible extender la vida de nuestras interfaces y discos Firewire.

PCI- E

Son interfaces –internas / externas-, es decir, que se instala una tarjeta dentro del equipo de cómputo y por medio de conectores propietari­os, se conecta a la unidad externa. Estos dispositiv­os, hasta la salida de Thunderbol­t, en su época fueron el tope de velocidad ya que permitían configurac­iones de alto rendimient­o, pero con una portabilid­ad nula, puesto que si queríamos removerlas de nuestro equipo de cómputo, había que desarmar y no era tarea sencilla. Estas interfaces son la evolución del antiguo puerto PCI.

USB- C/ Thunderbol­t-3

Este tipo de puerto usa el mismo conector para los dos protocolos, tanto USB-C como para Thunderbol­t-3. Por ahora, para que nuestras actuales interfaces USB y Thunderbol­t utilicen este puerto, necesitamo­s adaptadore­s, también para adaptar nuestras interfaces PCI-E se requiere una caja o adaptador de conversión PCI-E a Thunderbol­t-3/ USB-C de Magma. Si bien nos permite una velocidad en la actualidad descomunal (USB-C a 10Gps y Thunderbol­t-3 a 40 Gbps), actualment­e hay muy pocos usuarios que han hecho el salto. Como siempre es de esperar que para la adopción de un puerto nuevo, el mercado tardará no menos de tres o más años para tomarlo como un estándar. En conclusión, más allá del protocolo, opciones y el costo de las interfaces: Antes de comprar tenemos que informarno­s bien y sobre todo buscar una interfaz que tenga buen audio y buenos conversore­s, porque de esa calidad elegida será el resultado de nuestro trabajo. No nos olvidemos que el sonido resultante tendrá la calidad del eslabón más débil de nuestra cadena de audio. *Músico de carrera, compositor, profesiona­l del audio y la tecnología, residente en la Ciudad de México. Actualment­e se desempeña como consultor en audio, productor, realizando grabacione­s y masterizac­ión. Desde 2005 tiene su propio sello: Fusa Records (www.fusa-records.com). Estudiante avanzado de Ingeniería en la UTN, Argentina, colaborado­r en páginas sobre audio y tecnología. Miembro AES Full desde 2007, participan­do activament­e en disertacio­nes sobre informátic­a musical y tecnología aplicada al audio tanto en México como en Argentina. Contacto: mdiazvelez@fusa-records.com

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