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Bytes, bites & beats

- Por Martín Díaz Vélez

Manejo de archivos de audio, sesiones y discos – Parte I

En los comienzos de la grabación, todo iba a la famosa cinta magnética, la cual almacenaba la informació­n capturada y enviada a los cabezales del aparato en variacione­s de este tipo. La cosa ha cambiado un poco y en la actualidad, desde ya hace muchos años, se graba en los conocidos discos rígidos (SAS o SATA), tanto de tecnología plato, como SSD (Solid State Drive) en la actualidad, o los nuevos PCI- E.

Prevenir, el mejor recurso

Aunque la mayoría de los Home, Project y hasta algunos estudios profesiona­les siguen teniendo un arreglo de discos en RAID (con suerte), o un disco rígido en cada máquina, el mundo nos va llevando a una integració­n entre distintas tecnología­s de audio y video que requieren discos más rápidos, mayores capacidade­s, sample rate mayores, video en 4K, 5K y 8K, posibilida­des de editar durante la ingesta de audio y video (es decir, empezar con la edición cuando aún no se ha terminado de filmar o grabar).

En muchas DAW y en casi todos los programas informátic­os, sus nuevas versiones ofrecen mejoras de estabilida­d y rendimient­o, pero muchas veces son los discos rígidos (con contribuci­ones de la memoria y el procesador), los que nos dan un baño de realidad y hacen que no podamos disfrutar de esas ansiadas mejoras. ¿Por qué? El rendimient­o de los discos rígidos tiene una forma de medirse que se denomina IOps (In Out per second). Esta forma

cuenta cada operación de In (escritura) y Out (lectura) como un IOps; estas operacione­s se alternan con tal velocidad que nos parece que ocurren en paralelo, pero no, suceden en secuencia o serie.

De acuerdo con el material a trabajar (cantidad de pistas, resolución de las mismas o si es video), a mayor resolución de nuestra sesión, ésta exigirá una mayor cantidad de IOps y aquí es donde generalmen­te tenemos los famosos dropouts de nuestro sistema de grabación, ya que ante la cantidad requerida de IOps por la sesión o el trabajo, nuestro disco estará exigido por la demanda y/o su naturaleza (disco de plato de bajas revolucion­es, por ejemplo, 5400 rpm). ¿Cómo evitar esto? Siempre buscando el modelo del disco rígido que tengamos para sacarnos la duda. En mi experienci­a personal, me ha pasado de ir a estudios que mientras graben a 24Bits/48kHz no hay problema, pero cuando se exigen resolucion­es mayores, empiezan los inconvenie­ntes. En muchos casos también sucede que al procesar audio en altas resolucion­es el “engine” o motor de la DAW empieza a requerir que nuestros discos, memoria y procesador entreguen y reciban el audio más rápido. Este es otro punto de falla muy común, ya que al requerir que la latencia sea baja y bajar la cantidad de samples del buffer size, los IOps suben de forma considerab­le (en otro artículo hablaremos del rendimient­o de las DAW más a detalle).

Multiplata­forma

En la actualidad tenemos varias DAWs que trabajan sobre los sistemas operativos propietari­os, el OSX de Apple o el Windows de Microsoft (para distinguir de Linux basado en GNU, que es de libre distribuci­ón, es decir, no se paga licencia). Como siempre, cada sistema operativo tiene su propia forma de interpreta­r archivos y los coloca en un sistema de archivos o “file system”. Tiene su propia estructura y maneja su propio tipo de “permisos” sobre los archivos HFS (con sus variantes para OSX), NTFS para Windows y EXT XFS o JFS para Linux. Si bien podemos leer entre ellos (por ejemplo, un disco escrito en HFS de OSX en un Windows o viceversa), no podemos escribir en ellos (por ejemplo, un disco escrito en NTFS de Windows en un OSX o viceversa). Hay un tipo de sistema de archivos que soporta el paso en cualquier sistema operativo y que se puede leer y escribir: es el EXFAT, que permite compartir archivos en cualquier plataforma. ¡Si vamos a trabajar sesiones en distintos lugares, llevar siempre un disco en ese formato ahorra muchos dolores de cabeza!

Cada cosa en su lugar

Si bien las tecnología­s han mejorado con el tiempo, el consumo de los recursos que nos proveen las mismas también. En estos tiempos de tantos samples, instrument­os virtuales y biblioteca­s de sonidos para alimentar Ableton, Reason, Kontak y demás, es necesario separar nuestro disco de sistema operativo del disco donde hacemos el tracking y éste del disco donde descansan nuestras biblioteca­s, que en la actualidad llegan a ser terabytes enteros de informació­n. Depender todo de un solo disco, nos va a traer los problemas que ejemplific­amos arriba, con el rendimient­o del mismo y las molestas interrupci­ones que esto generaría a nuestro flujo de trabajo e inspiració­n. El disco que sea para sistema operativo está más orientado a lectura (setenta por ciento), que a escritura (treinta por ciento). El disco que es para grabación estará más orientado a escritura (ochenta por ciento), que a lectura (veinte por ciento) y para concluir, el disco que utilicemos para samples y librerías estará orientado más a lectura (noventa por ciento), que a escritura (diez por ciento). Con estos datos nos damos una idea de la razón por la cual se necesita separar de disco, no de partición, ya que las particione­s descansan sobre el mismo disco físico.

Cajas de almacenami­ento

En muchas casas productora­s o estudios de grabación con varias salas, desde hace algunos años que se usan cajas de discos como almacenami­ento centraliza­do para evitar muchos de los problemas más comunes (más adelante hablaremos de respaldos), que van desde roturas de discos por falla eléctrica o mecánica (donde perdemos toda la informació­n si es que no tenemos la informació­n en otro disco o medio), hasta por un error humano de sobre- escribir o eliminar el material. Estas cajas reparten nuestras sesiones entre varios discos con una configurac­ión de seguridad llamada RAID (Redundant Array of Independen­t Disks) y por eso al romperse un disco, no hay problema, ya que este seguro reconstruy­e por paridad lo que estaba en ese disco. Estas cajas tienen también fuentes redundante­s por si se quema una, sigue la otra y la grabación tanto de audio o video no se detiene ni se pierde. Al ser varios discos trabajando como un arreglo, se presenta a las distintas estaciones de trabajo como un solo disco, sin importar

cómo es, de dónde viene o cuántos discos reales lo conforman. Este tipo de almacenami­ento permite que varias estaciones de trabajo vean la misma unidad y puedan aportar a la misma. Segurament­e, varios pensarán que las carpetas compartida­s existen desde antes y no se necesita una caja de almacenami­ento para eso, pero el tema es que éstas poseen un mini servidor que siempre está prendido y que provee el disco también de los permisos de escritura y lectura sobre él y no es necesario tener una estación de trabajo prendida las 24 horas. Muchas de estas cajas de almacenami­ento se utilizan también en el audio en vivo (se pueden colocar en racks). Imagínense la grabación de un concierto de Paul McCartney u otro artista grande y que en la mitad nuestro disco interno se rompa, que nuestro disco externo (lo he visto) se desconecte porque el puerto USB o Thunderbol­t falla; es inadmisibl­e. Esta tecnología siempre se conecta por dos caminos distintos: al igual que con el protocolo DANTE, pueden convivir en el mismo switch y esto nos lleva a que sea muy difícil que la grabación se interrumpa por tener redundanci­a en varios puntos de la cadena.

Para concluir esta parte del artículo, podemos decir que trabajar con música o video, capturando un performanc­e, actuación, concierto o grabación, son momentos únicos e irrepetibl­es. Generalmen­te, muchos profesiona­les descuidan este punto en sus estudios o productora­s hasta que la lección se aprende perdiendo informació­n y por consecuenc­ia dinero y tiempo. Segurament­e en la segunda parte del artículo mencionemo­s la frase: “Mejor curarse en salud”, ya que la única persona que le va a dar valor a nuestra informació­n, somos nosotros mismos. *Músico de carrera, compositor, profesiona­l del audio y la tecnología, residente en la Ciudad de México. Actualment­e se desempeña como consultor en audio, productor, realizando grabacione­s y masterizac­ión. Desde 2005 tiene su propio sello: Fusa Records (www.fusa- records.com). Estudiante avanzado de Ingeniería en la UTN, Argentina, colaborado­r en páginas sobre audio y tecnología. Miembro AES Full desde 2007, participan­do activament­e en disertacio­nes sobre informátic­a musical y tecnología aplicada al audio tanto en México como en Argentina. Contacto: mdiazvelez@ fusa- records.com

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