Día de Muertos en la Vecindad, fiesta en la Arena CDMX
La Arena Ciudad de México se transformó en un salón de baile, donde pachucos y calaveras bailaron al ritmo de ska, funk y rock . Casi quince mil personas corearon las canciones que han posicionado a la Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, que además de celebrar a quienes ya no están con nosotros, festejaron 35 años de sonorizar a la capital mexicana y el país entero.
La Arena Ciudad de México se transformó recientemente en un salón de baile, donde pachucos y calaveras bailaron al ritmo de ska, funk, salsa, cumbia y rock en una fiesta que rindió homenaje a los muertos y a los más de treinta años de trayectoria de La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio. Durante más de dos horas, casi 15 mil personas entonaron los distintos éxitos que han posicionado a Los Malditos como una de bandas pilares y más icónicas del rock y ska en español.
La noche inició con un ritual prehispánico, donde el olor a copal se dispersaba por el recinto para honrar y conmemorar a los que se nos adelantaron. Así arrancó la Ofrenda a los Ancestros, Día de Muertos en la Vecindad, título y concepto del concierto.
Historias de ciudad
Roco, Pato, Aldo y Sax subieron al escenario para apoderarse del recinto de Azcapotalco con canciones como son “Cenizas”, “Un gran circo”, “Don Palabras”, “El barzón”, “Solín”, “Tejedor de historias”, “Pachuco” y “Kumbala”, entre otras más. La velada también contó con la participación de La Sonora Santanera, quienes fueron los invitados de honor para aderezar con algunas canciones el festejo de La Maldita.
Bajo la dirección de Rafael Zepeda, manager de Maldita Vecindad y director de la empresa Zepeda Bros; Alejandro Guzmán, director de Muziek, empresa promotora, y Martín Villegas como stage manager, este espectáculo contó con una gran producción que se tradujo en una gran experiencia tanto para la banda, el staff y por supuesto, el público.
El homenaje que rindieron los vivos a los muertos en la Arena CMDX tuvo una destacada pre-producción, la cual tomó casi un año en su preparación. El show también marca el cierre de la gira de los 30 años de La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, por lo que las labores de organización, coordinación y logística requirieron de óptimos planes de acción y una ejecución audaz para cumplir los objetivos que se trazaron en las diversas juntas que hubo previo al espectáculo.
Cabe señalar que los últimos shows ofrecidos por Los Malditos han destacado; por ejemplo: hace dos años se presentaron en la Carpa Astros, logrando una buena respuesta, y hace un año tocaron en el Zócalo de la Ciudad de México ante más de cien mil personas, por lo que en esta ocasión tenían la premisa de ofrecer un espectáculo distinto y superar lo hecho en aquellas ocasiones.
“Todo salió de una plática entre amigos; hablamos de la posibilidad de que La Maldita Vecindad se presentara en la Arena Ciudad de México, ya que nunca antes lo había hecho; la charla quedó ahí. Semanas después, Alejandro Guzmán me presento una propuesta sólida, que platicamos con la banda y las cosas se fueron acomodando. Una vez que teníamos la fecha, aterrizamos el concepto del show, el cual radicó en la celebración del Día de los Muertos, una tradición mexicana muy importante. Hemos hecho shows increíbles y quisimos hacer algo mejor y diferente en la Arena, y gracias al trabajo de todos esto fue así”, expresa Rafael Zepeda.
En el mismo sentido, Alejandro Guzmán comenta: “He trabajado desde hace muchos años y en varios proyectos con Rafael Zepeda, y este proyecto fue una gran experiencia, sin duda es una gran responsabilidad trabajar con un banda como La Maldita Vecindad. Afortunadamente encontramos los caminos para que todo saliera como se pensó y planeó; hubo precios populares y lo mejor es que se ofreció una gran producción. En Muziek tenemos una gran cercanía e interacción con las bandas, artistas y por supuestos con sus managers, buscamos que nuestros eventos sean una experiencia total, que el público disfrute al artista lo mejor posible y que estos se sientan cómodos”.
La producción cuidó todos los detalles para que todo se realizara de manera adecuada; la experiencia de Rafael Zepeda, quien con treinta años en la industria de la música ha desarrollado diversos eventos como el Knock Fest 2018, Pepsi Ska Fest y eventos y festivales de géneros como el hip hop, metal y ska, ha logrado consolidar producciones de gran calidad.
“Empecé en esto como músico, fui parte de la ola llamada Rock en Tu Idioma, toqué en varias bandas en aquellos años, conozco a La Maldita desde sus inicios y la vida me colocó como su manager; no me siento como tal, dejo de lado lo frio, como los números, los fierros y todo lo aterrizo desde la parte artística. Hago un balance entre estas partes para que los proyectos salgan adelante como en esta ocasión”, puntualiza Rafael.
Entre los puntos fuertes que hay en una producción profesional radica contar con la labor de ingenieros experimentados para resolver las necesidades que ocurren a nivel técnico. Este espectáculo contó con la participación de reconocidos especialistas como: Julio Centeno, diseñador de iluminación; Eduardo Bojórquez, operador de sala, y Andrés Buitrago en monitores, quienes con su pericia lograron consolidar un gran trabajo en cada una de las áreas.
Inicio del festejo
El sonido de La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio se caracteriza por ser orgánico, con un alto impacto percusivo y una sección de alientos liderada nada menos que por Eulalio Cervantes como “Sax”, quien ofrece un sonido indiscutible y destacable, además de la voz de Roco, aunado a la guitarra de “Pato” y el tremendo bajo de Aldo, que consolidan un sonido único.
La mezcla de géneros que integran en sus canciones requiere de un trabajo óptimo en sala para que pueda ser disfrutado por todos los asistentes y en esta ocasión, Eduardo Bojórquez, ingeniero de audio, fue el encargado de operar el sistema para que todo estuviera bajo control en un foro como la Arena Ciudad de México, que destaca por su gran tamaño y necesidad de cobertura amplia.
El sistema de audio que se utilizó fue de la firma L-Acoustics. En total se ocuparon 32 cajas K1 (PA principal), 32 Kara (out-fill), 34 subwoofers SB28 y 6 gabinetes Arcs Focus (side-fill). De esta manera, hubo cuatro salidas (main, L y R, subwoofers y front-fills). Asimismo, se utilizó una consola Midas PRO X, la cual se trabajó a 96 Khz y fueron ocupados los 64 canales con los que cuenta, la cual tiene la característica de brindar un sonido old school. Cabe destacar que el diseño fue hecho por el especialista Carlos Aldama.
“Ha sido una experiencia increíble ser parte de este staff; estuve en monitores desde 2006 hasta 2011 y desde 2014 a la fecha en sala. Ahora estamos usando la consola Midas PRO X, que nos da el sonido que se requiere. Hay que conocer bien las canciones y sus delays; no hay una mezcla a mucho o poco volumen, la banda requiere que se escuche de forma profesional, que se entienda el sonido y concepto de La Maldita Vecindad”, comenta por su parte Eduardo Bojórquez.
“Me gustan mucho las mesas de esta marca, su DSP es muy cómodo, es una consola amplia y tiene una mayor manejabilidad, lo que facilita su uso. Sus dos pantallas y sus mouses integrados hacen de este equipo algo muy bueno, a lo que hay que sumar el panel de fácil acceso y sus botones robustos”, añade Eduardo.
Gracias al trabajo que se realizó en sala, no hubo alguna complicación o reto a destacar, el único detalle a mencionar fue que hubo cambios en las escenas que se habían trabajado durante las anteriores presentaciones de La Maldita, en esta ocasión para la Arena CDMX.
Monitores, experimentación y cercanía
En lo que respecta a monitores, ésta estuvo encabezada por el especialista Andrés Buitrago, quien cubrió a Juan Manuel Garbini, monitorista titular de La Maldita. Esta importante área también contó con diversos procesos, entre los que destaca la cercana interacción que hubo entre la banda y la Sonora Santanera con Andrés, lo que se tradujo en un total entendimiento.
“Es mi tercera fecha con la banda; nos estamos adaptando y vamos por buen camino. Para esta ocasión, las mezclas son nuevas: comencé las escenas con un offline dos días antes, en tanto que el paneo de canales y el resto lo hice aquí; es la primera vez que hicimos el show con la consola Avid S6L y fue una gran experiencia. Buscamos hacer cosas diferentes y afortunadamente nos funcionó.
Hubo una gran interacción, ya que tanto la banda como los invitados pidieron pocos detalles. Un factor de ayuda fue que la mezcla se hizo con sistemas personales y no en piso. En total se ocuparon ocho mezclas estéreo, ocho mono y seis mezclas de piso en mono. La consola que se ocupó fue la AvidS6L, misma que se usó por primera vez en un show de La Maldita Vecindad. No se usaron plug-ins o ecualizadores externos; todo fue nativo de la mesa, se utilizó un delay para “Sax” ya que así lo solicitó, y un par de efectos de voz para Roco. Para los invitados no hubo mayor necesidad.