Notas del medio
Músico ( percusionista clásico), compositor, productor y arreglista, el colombiano Jona Camacho lleva a nuevos territorios su propuesta de fusión pop con rythm& blues, luego de tres EPs y su colaboración con el ingeniero Nicolás Essig en la mezcla y masterización de su canción “Dulce Vino”. Así lo muestra su disco “Memento”, donde incluye colaboraciones con Vanessa Zamora, JVZEL y JAZR, e innova con sonido 360 y realidad aumentada.
Radicado actualmente en la Ciudad de México, Jona expone como detonador de su evolución sonora la colaboración con otros músicos: “Cuanto más te acercas a otros músicos y estás constantemente creciendo y aprendiendo cosas, tu sonido va cambiando y vas siendo más directo con lo que quieres. La parte de exploración no queda a un lado, sino que ya sabes qué quieres y cómo hacerlo; la música es más fluida y en mi caso siempre ha estado el R& B presente pero ya en “Memento” y el primer sencillo del disco (“Te Choca Te Checa” junto a Vanessa Zamora), se nota lo que pienso que sigue con mi música. También el hecho de vivir en otro país y en un lugar como la Ciudad de México te da otra perspectiva. En Colombia el pop está más hacia lo urbano; la parte lírica y las letras es otra historia acá y eso te llena de nuevas ideas”.
Independiente en lo creativo y técnico, Jona complementó su educación musical formal con lo autodidacta en el estudio: “Soy percusionista clásico, toco piano y esa búsqueda por plasmar el sonido que tienes en la cabeza te lleva a conocer personas que te enseñan y aprendes más. No digo que la academia sea mala, pero en la parte de la producción he avanzado por inquietud, por resolver la necesidad de grabar mi música”.
“Mi forma de componer se da dependiendo del género, la estructura y la prueba de distintas cosas: acordes, mover el puente de la canción, cambiar la melodía; ahora estoy proponiendo algo en lo rítmico y la armonía. Sí ha cambiado bastante la manera de componer en mis últimos trabajos. Este disco se terminó en este ambiente apocalíptico y creo que tiene un sentido hacia eso”.
“Tengo mis instrumentos ( piano, guitarra, sintetizadores) y mi DAW para armar lo que requiero; uso Pro Tools y una interfaz para grabar. Se trata de encontrar los recursos que tienes y aprovecharlos. En este disco, las violas las grabó mi hermana desde Colombia, otro compañero envío unas cosas desde Los Ángeles y así lo hicimos. Es aplicar necesidades y capacidades”.
En la industria musical se debe competir no sólo con herramientas, sino también con presupuestos, recursos, y Jona lo tiene claro: “Eso me ha llevado a ampliar mi búsqueda en la producción e ir aprendiendo más sin dejar ese mundo como autosuficiente. Para “Memento”, la parte de mezcla y masterización la hizo Claudio Cueni, a quien recomendó mi editora; siento que le añadió otro valor y de verdad plasmó todo lo que hacía falta para completar la tarea en el disco”.
“Eso se hizo a distancia, con gente en Londres, Colombia, Los Ángeles y México”. Concluido durante esta temporada de confinamiento, “a través de internet escuchamos la mezcla en tiempo real y fue muy interesante, porque me demostró el lado admirable de la humanidad, que no se va a quedar atrás y nos tendrá en búsqueda para resolver y mejorar”, menciona.
Así visualiza el músico colombiano el futuro en la música: “Ha cambiado bastante y la situación actual le ha dado una vuelta dramática a la industria y las posibilidades para los músicos independientes y el consumo digital, que se mueve distinto a lo que pasa con la radio o los conciertos. Hoy, la gente está más enfocada en las redes sociales y hay que aprovechar lo que eso implica. En mi caso, esto se traduce en crear una experiencia distinta con este disco y tener una parte de sonido 360 con realidad aumentada. Esto es muy interesante y espero el público lo disfrute”.
Con la producción de Stefano Vieni (Kalimba, Belanova, Carlos Rivera, Danna Paola y Reik, entre otros), el cantautor Eric de Franco presentó el sencillo “Ontas”, un corte bailable de tintes urbanos que ha superado el millón de vistas en YouTube. De familia musical, el mexico- estadounidense canta desde los cinco años y toca la guitarra desde los doce: “Es lo que me apasiona y más amo. He aprendido de muy diversas formas, con las personas que me rodean”.
Creador de sus canciones desde adolescente, el oficio de Eric se formalizó en 2013 con la publicación de sus baladas “Siento” y “Hay amores”; para él, “escribir es una cuestión de estado de ánimo y dejar que las ideas se den muy naturalmente, que algo detone un sonido y arme una melodía o a veces tome la guitarra o el canto; es una forma de estar atento a cómo me siento”.
Luego de participar como uno de los abridores en conciertos de Camila y notar el buen recibimiento del público, tomó confianza y se dio a la tarea de buscar un productor, lo que se dio a partir de la red de contactos de la plataforma BMI (Broadcast Music Inc.): “Asistí a una conferencia de los Billboard para conocer personas del medio y abrir oportunidades; estaba Delia Ojuela de BMI, a quien luego visité en su oficina en Los Ángeles e hicimos un concierto acústico, y ella me presentó a quien me habló de Stefano Vieni y así lo contacté hace dos años; hoy es mi productor y amigo”.
Un trabajo previo en el estudio Sonic Ranch dio paso a la grabación espontánea de “Ontas”, grabada meses después en Kiva, el estudio de Stefano: “La compuse una noche y se la mandé a Stefano, la historia y lo que hice con el ritmo y ukulele le gustó mucho. Nos juntamos en México, en dos días la armamos; él hizo los arreglos, metió samples y se quedó el ukulele como sonido principal, toqué algunas guitarras y algo de piano. Valentina López le añadió con su voz algo muy bueno. Quedó maravillosa y fue otra prueba de que está bien dejarse llevar y que salgan cosas no planeadas”.
La mezcla y masterización del sencillo de Eric se hicieron en Los Ángeles, quedando a cargo de la primera, Joe Stevens y de la segunda, Dave Donnelly: “Son procesos en los que me involucré, estoy metido en cada aspecto y opino, en este caso junto con Stefano, sobre el mix, la tonalidad y los sonidos. No hubo cambios drásticos, ni fue tardado. Me encantó cómo la dejaron”.
El siguiente paso ya con el sencillo sonando en plataformas digitales, será concluir el resto de las canciones del disco, para lo que ha sido provechoso el periodo de confinamiento, como lo relata Eric: “Ya estamos trabajando en las siguientes canciones; he podido tomar desde un lugar positivo este aislamiento y hacer lo que quiero, aprovechar para componer. Al principio fue difícil porque se cayó toda la planeación, pero lo positivo es que estando en casa estamos interactuando más en redes sociales y eso también ha llevado una ola de alegría a la gente, a tener esa conexión. También ha sido un aprendizaje para pensar hacia dónde quiero ir con mi proyecto”.
Eric y Stefano Vieni
Conocido por su trabajo con la banda regia Los Claxons, Mauricio Sánchez desarrolla en paralelo su proyecto solista desde 2017: “Es una plataforma o escaparate en la que hago música que no podría hacer con mi banda y que me da la oportunidad de colaborar con otras personas, coexistir en una instrumentación distinta y tener una sanidad artística”, comparte el guitarrista, quien en 2018 sacó su primer álbum llamado “Fallas de Fábrica”.
La gestión de tiempos libres en la agenda de la banda permite a Mauricio atender su propuesta para componer, grabar y sonar en vivo, como han sido los conciertos en acústico en la ciudad de México y Monterrey, y algunos festivales como en Culiacán: “Pero lo que más suelo hacer es tener horas en el estudio y grabar temas. Soy muy sencillo en mi manera de hacer las cosas: uso el teléfono para capturar ideas con notas de voz y de ahí tomo la guitarra y la desarrollo más; luego me meto al estudio a maquetear o directo a grabar. Tengo la ventaja de poder trabajar en El Cielo en Monterrey, el estudio de nuestra disquera con Los Claxons; es como una prestación de la que saco máximo provecho”, menciona.
El sencillo “Modo Avión” surgió así y es un track que abrirá paso a una colección suelta de canciones en las que Mauricio Sánchez ya trabaja: “La empecé a escribir en la guitarra y comencé a grabarla con la ayuda de Alberto Ramos, quien es el coproductor de ese y los otros temas.
Es el baterista de Jumbo y Costera, muy amigo mío, nos entendemos muy bien y al momento de producir nos complementamos. Tenía una línea de bajo en cierto ritmo y con eso nos pusimos a trabajar. Hay unos coros de Priscilla Orfanos, mi esposa, quien también tiene su propio proyecto, y otro amigo, Paco López, toca el piano. Le añadimos esta ocasión varios sintetizadores, es la primera vez que exploramos con eso porque normalmente uso instrumentos orgánicos y en esta canción hay cincuenta por ciento de sintetizadores digitales y me gustó mucho, disfruté el proceso”.
Los controles de la captura en el estudio estuvieron en manos de Alejandro “Palencia” Gutiérrez, la mezcla en los oídos de Adrián “Rojo” Treviño y la masterización por Jimmy Cavazos: “Son dos tipos con gran experiencia, el combo de toda la vida en El Cielo, acá en Monterrey. Todos somos amigos y para mí es de suma importancia que cualquier proceso de creación musical me deje buenas memorias. No me gusta el trabajo si no la paso bien. Y tengo amigos muy talentosos, así que mato dos pájaros de un tiro”, afirma el músico.
Antes de declararse la pandemia en México, Mauricio tenía listos siete temas que tendrán su lanzamiento bajo el esquema de sencillos: “Soy alguien que disfruta mucho el disco, pero con “Modo Avión” sentí natural manejarlo como sencillo, siento que es una canción única y pienso seguirme por ahí en este tiempo, porque cada rola pide algo distinto que se presta para lanzarse de esa forma”.