Tres generadores de sonido similares (pero muy diferentes)
Happy Together Studio
Conocer para producir mejor
Teclado doméstico. Esta es mi traducción del término home keyboard, que se usó años atrás para denominar a los teclados que las compañías dirigen al público principiante — infantil o adulto—, ofreciéndoles bajo costo, facilidad de uso y diseño atractivo. En realidad, cada marca lo nombra de distinta forma: teclado portátil, órgano electrónico, teclado de entretenimiento, y varias lo designan simplemente como teclado electrónico — término confuso y problemático porque, como se está viendo aquí, hay varios tipos de teclados electrónicos—. Estos instrumentos añaden a su precio económico, la integración de altavoces en el mismo instrumento, ahorrándole así varios pesos más al cliente, ya que le evita la compra de un amplificador. La cantidad de sonidos es muy grande — fácilmente, entre quinientos y mil—, y su variedad es muy amplia, abarcando simulaciones de instrumentos de todas las familias: cuerdas, percusiones, alientos madera y metal, teclados, electrófonos, y sonidos diversos como viento, mar, aplausos, aves cantoras y helicópteros, entre otros. Permite al principiante sonar como si tuviera un grupo musical que lo acompañara, a través de una colección de patrones musicales, y es el tipo de instrumento que se recomienda a aquel que quiere iniciarse en la práctica del teclado, y aunque actualmente tengan sonidos de gran calidad y un músico experto pueda sacarle mucho provecho, éste no es el teclado que se espera en un ámbito profesional.
Piano digital. Éste es un piano electrónico que para crear su sonido utiliza grabaciones digitales de pianos acústicos y otros instrumentos de teclado ( han existido pianos digitales que producen su sonido de forma diferente, como los que usan síntesis por frecuencia modulada).
El piano digital pretende ser un reemplazo digno de un piano acústico, buscando un sonido lo más cercano posible, pero también proporcionando un mecanismo con teclas pesadas que provoque en el intérprete una sensación similar que su contraparte acústica. Las ventajas sobre un piano vertical o de cola son el precio reducido y la portabilidad, por lo que se ha convertido en una gran opción en escuelas y conservatorios para las clases de piano complementario y otras asignaturas; asimismo, también es recomendable para teatros pequeños y foros con presupuesto reducido. La extensión común es de 88 teclas — igual que el acústico—, pero también son habituales los de 76. Sus sonidos son reducidos, alrededor de unos diez, incluyendo pianos acústicos, pianos eléctricos, como el Fender Rhodes o el Wurlitzer; órganos — tubular y eléctrico—, clavecín, clavinet, vibráfono, marimba y algunos de otras familias como orquesta de cuerdas o guitarras. A diferencia del teclado doméstico, no tiene sección de auto- acompañamiento, pero sí cuenta con altavoces integrados y puede venir o no con un mueble similar al de un piano vertical. Un piano digital puede ser para un estudiante o para un profesional, pero a veces ocurre que el tecladista quiere ampliar su paleta tímbrica y no tocar únicamente imitaciones de instrumentos tradicionales, por lo que la opción a usar es el instrumento siguiente.
Sintetizador. Aunque a través del tiempo esta palabra se le ha aplicado a diferentes máquinas musicales, actualmente se considera que el sintetizador es un instrumento electrónico que permite al usuario crear nuevos timbres con las formas de onda que proporciona el fabricante. Es importante hacer notar que aunque en este artículo se le considera un instrumento de teclado, en realidad esto es una generalización, ya que desde hace mucho surgieron — gran parte de ellos en la década de los ochenta—, sintetizadores que pueden ser
controlados con una guitarra eléctrica o con un controlador de aliento o con instrumentos percutidos, como el Moog Percussion Controller, de 1973. Nuevamente, lo importante aquí es que el usuario pueda editar — esto es, modificar—, los timbres a partir de parámetros que cambian alguna característica del sonido, como la amplitud a través del tiempo con una envolvente, el contenido armónico con el uso de un filtro, o producir con un oscilador de baja frecuencia un pequeño cambio periódico de la altura (vibrato).
La versatilidad sonora anteriormente descrita es lo que hace del sintetizador una herramienta muy valiosa en un estudio de grabación, aunque en estos se encuentre principalmente en forma de software — hospedado dentro de un sistema de grabación y procesamiento digital del sonido—. Pero cuando el sintetizador existe en forma física, ¿qué características nos permiten diferenciarlo de los dos teclados ya descritos? Primeramente, no tiene altavoces integrados ni sección de acompañamiento. La extensión de su teclado es muy variable; puede ser de 25 teclas (dos octavas), y puede llegar hasta 88 teclas, como en un piano digital. Hay algunos sintetizadores que utilizan miniteclas e incluso pueden no tener teclas cuando se presenta en forma de módulo o rack. Su cantidad de sonidos — editables, como ya se explicó—, es muy grande. Su precio puede ser muy elevado si se adquiere en forma física, pero muy reducido si se encuentra en forma de software.
¿Por qué explicar todo lo anterior? Porque es esencial conocer las características de cada instrumento para dar su lugar adecuado en nuestras producciones musicales. Ya sea un piano digital o un sintetizador, se pueden integrar mejor si sabemos usarlos correctamente en el estudio de grabación.
De esta forma termina el recorrido por tres diferentes generadores de sonido, travesía que espero sirva para no confundir más estos instrumentos y para explotar al máximo sus atributos individuales de manera profesional.