Un encuentro con
Silvia Álvarez, obstáculos para el empoderamiento
La travesía de Silvia continuó: “Después de eso, emigré a operar el auditorio de la Casa de la Cultura Jalisciense, un lugar pequeño, con la consigna de equiparlo y manejarlo. De esta manera estuve al frente. En ocasiones hacía iluminación, ya que no había nadie que lo hiciera en un DMX sencillo, pero lo hice con mucho gusto y al mismo tiempo me seguí preparando, pero no para el gobierno, sino para mí”.
Cruce de caminos
Un hecho fortuito se presentó para labrar un nuevo camino en la trayectoria de Silvia: “Un día cualquiera, una banda sinaloense me invitó a trabajar. Confiaron en mí y fue así como me di a conocer en el ámbito de los eventos sociales y festividades foráneas de Jalisco. No fue fácil, ya que me veían y desconfiaban, ya que decían que eso era de hombres. Incluso en una de esas ocasiones llegué al grado de poner a un compañero para que le dijera al cliente que él haría el audio y cuando se fuera, hacerlo yo”.
La nueva veta de trabajo de Silvia continuó: “Hubo alguien que confió en mí: Carlos Peregrina, quien me invitó a trabajar en el Palenque de Tlaquepaque. Yo hice el opening con un grupo norteño y ya estando ahí, me preguntaron si haría el acto principal que era la Banda Machos y dije: ‘¿por qué no?’. De ahí, Carlos me invitó a las Fiestas de Octubre y después, al Río Nilo Music Center. No es fácil sonorizar una banda. Hay gente que me dice que eso es puro ruido y yo respondo que hasta ahora han escuchado puro ruido, pero que me inviten y no se escuchará el ruido” bromea.
Silvia comparte sus metas y aspiraciones: “Ese es un dato curioso: yo me estaba preparando en audio y siempre decía que haría jazz o a la Orquesta Filarmónica de Guadalajara. Tengo la certeza de que llegará el momento. Otro proyecto a futuro es irme de gira con un artista. Ese es mi sueño, a pesar de que esto implicaría no llegar a casa en un mes. Me gusta vivir las experiencias y que no me lo cuenten”. Actualmente, Silvia labora en la empresa Servicios Mil, de Miguel Laure, donde ha podido desempeñarse plenamente: “Con él he construido una excelente relación de trabajo”.
Así se despide Silvia: “De alguna manera, agradezco todos esos obstáculos que me pusieron para que finalmente yo me desarrollara. Me he dado cuenta de que nada es imposible, pero tu subconsciente debe seguir trabajando la idea y hacerla llegar al consciente. Si eres positivo, llegas a la meta, pero si eres conformista, sólo lo sueñas. Nuestra parte pensante y reflexiva da pie a que lo podamos hacer, buscando la manera y preparándonos continuamente para lo que venga y tener esa satisfacción personal. Este es un mundo muy pequeño y hay que abrirnos camino y hay que relacionarnos”, finaliza.