En la opinión de Dan Braun, diseñador de producción
“He estado trabajando todo el tiempo en esto. Vi un espectáculo de Pink Floyd en 1975 y me decidí a hacer eso. Aprendí en el camino desde mis primeros días dirigiendo la música en un club, trabajé para tratar de hacer que el espectáculo se viera mejor.
Empecé a trabajar para Metallica en 1994, pero mis primeros shows con ellos fueron como promotor en 1985. Para esta ocasión especial, empecé a pensar en este espectáculo, porque íbamos a contar la historia de los primeros 40 años de la banda, pero también de sus fans. Este espectáculo fue único en diseño. Queríamos intencionalmente que cada asiento tuviera una experiencia personal y se necesitaron muchas pantallas para que eso sucediera.
Estuvimos en el Chase Center durante cinco días antes del primer concierto, pero pasamos varias semanas en la previsualización; Rob Koenig es un maestro en armar los espectáculos de esta manera. Cat West, con la asistencia de Joe Cabrera, programaron la iluminación. Lo mismo ocurrió con nuestro equipo de video; Gene McAuliffe, nuestro director, su asistente de dirección Naoki Ogawa y el programador de D3, Spencer Pokorski, también crearon gran parte de la magia antes de ingresar al lugar.
Por su parte, mi coproductor John “Lug” Zajonc, se ocupó de los desafíos de construcción; él hizo realidad el sueño y algo único que hizo en este show fue llevar todo el cableado hasta el techo para que el recinto no estuviera lleno de caídas de cables que obstruyeran las líneas del sitio. Debo agregar que fue un gran esfuerzo de equipo increíble hacer que estos shows fueran tan especiales como lo fueron para la banda y el público. Nadie hace algo así solo, y por supuesto, ¡trabajamos para una banda increíble!”