De nuevo petrolizados
UNO: Explica el filósofo Facundo Cabral que el paraíso no está perdido. En todo caso, dice, está olvidado. Convendría entonces preguntarse si Tabasco pertenece al paraíso o a lo mejor al infierno.
Aunque en Tabasco queramos curarnos de las petroadicciones, difícilmente lo lograremos. Porque aún no tenemos médicos especialistas. Quizá Andrés Manuel López Obrador pueda resolvernos esa adicción. Obviamente, por eso tomó la decisión de hacer una refinería.
Eso activaría nuestra economía regional de inmediato.
Pero se necesita invertir en dólares. Y éstos se logran motivando a la Banca mexicana en manos “extranjeras”. Asustarlos con bajarles sus “comisiones” es “contra-natura”. ¿Qué necesita hacer AMLO con los bancos? Hacer política. Porque el dinero no se consigue de manera fácil. México necesita inversión extranjera, nos guste o no. Necesitamos a los banqueros. Sin su inversión valemos madres…
DOS: Arturo Núñez se despide para siempre de Tabasco. Mañana domingo 11 de noviembre que informe por sexta y última vez a la sociedad tabasqueña, sabremos lo que nunca hemos sabido. Porque la economía –es precisamente- la parte fuerte de la educación de Núñez. Él sabe que en esta ciencia, los números deben cuadrar perfectamente.
Núñez tiene la suficiente sabiduría para decirnos punto por punto donde se acertó, o donde se falló. El que esto escribe tiene fe en que esta última explicación que Arturo dará, nos dejará esa seguridad que todo lo que emprendió fue positivo.
Su última explicación lo pondrá muy alto con quienes creímos siempre en su proyecto. Ojalá así suceda…
TRES: No veo aún lo positivo que los presidentes municipales hayan empezado tres meses antes que el gobernador electo Adán Augusto. La mayoría se queja que encontraron las arcas vacías, pero no veo que alguien quiera demandar a su antecesor. Estos últimos se salvaron de dar aguinaldos y demás pagos de fin de trienio.
Y no veo de dónde sacarán el dinero para pagar sus obligaciones de fin de año.