Se busca la vida entre el tráfico
A DIARIO, UNA HUMILDE MUJER RECORRE LA AVENIDA 27 DE FEBRERO VENDIENDO PALETAS Y DULCES.
Mi madre se fue a trabajar pero dejó una veladora encendida que se cayó y se incendió la casa; tuve 8 años en el hospital" MARÍA LEYDI VENDEDULCE
María Leydi, es una mujer que a pesar de estar postrada en una vieja silla de ruedas, lo único que pide es que alguien de buen corazón le done una nueva porque la que tiene le lastima la pierna enferma, por lo que pide ayuda a quien pueda donársela para que pueda continuar con su trabajo en los cruceros de Villahermosa, vendiendo paletas.
La mujer nos cuenta que era una bebé de un año cuando se quedó a solas en casa con su hermano de dos años; su madre se vio en la necesidad de dejarlos solos para ir a trabajar, pero dejó una veladora encendida, la misma que provocara unas horas después un fatal accidente que dejara a María Leydi postrada en la cama de un hospital con quemaduras de segundo y tercer grado.
Ahora se gana la vida de en los cruceros de 27 de Febrero, vendiendo paletas con la ayuda de un joven limpia parabrisas que conociera en el mismo lugar.
Su historia no termina ahí, se ha quedado sola con su madre a quien hace un año y medio atrás le amputaron una pierna por una infección en el pie izquierdo a causa de una diabetes mal atendida, ahora ambas se encuentran en silla de ruedas y se dedican a la venta de dulces.
“No me dejo, tenemos mucho que agradecer a Dios, estamos con vida y eso es lo que importa, ahí mi mamá y yo nos hacemos compañía y pues seguimos trabajando, para sacar para la comida, así que no tenemos nada qué lamentar, estamos vivas”, finalizó.