EMBELLECE A LAS MUJERES
ARTURO NÚÑEZ, RESULTÓ PEOR, MUCHO PEOR QUE SU ANTECESOR
su gestión se implementó el programa Te Da Más, de apoyo económico a madres solteras, adultos mayores y personas con capacidades diferentes. Cuando la oposición le insistía elevarlos a rango de ley para asegurarles suficiencia presupuestal y no tuviesen sesgo electoral, el exgobernador Andrés Granier Melo, molesto, respondió que no necesitaba de una ley, que “con su palabra bastaba para cumplir”. Transcurría el año 2007. No conforme con ese alarde, poco tiempo después aseguraba que el programa continuaría hasta el último día de su gestión pues –reafirmaba – había dado su palabra. En este espacio respondimos al entonces mandatario que tratándose de asuntos gubernamentales y el uso de recursos públicos, la palabra NO contaba, ella valía para asuntos personales, que los gobernantes debían sustentar sus acciones oficiales en la ley. El tiempo lo evidenció, faltó a su palabra, pues primero, el monto otorgado se redujo de 700 a 500 pesos mensuales, y durante su último año de gobierno, lo canceló.
Caso similar el del exgobernador Arturo Núñez Jiménez, quien a pesar de haber elevado a rango de ley el Programa Corazón Amigo (copia del Te Da Más), hacia el último año y medio de su administración, lejos de reducir la cantidad del apoyo, dejó de pagarla, a ese incumplimiento se le sumó la demora en los salarios y prestaciones a la burocracia, proveedores y prestadores de servicios junto a otros compromisos. Arturo Núñez, resultó peor, mucho peor que su antecesor, de quien dijo textual: “fue un depredador rapaz del presupuesto”. Irónicamente, a seis años de aquella aseveración, no sólo el propio Núñez, sino su cónyugue y algunos cercanos familiares son considerados y calificados por la “vox populi” como los más rapaces depredadores de los últimos 40 años en Tabasco. La debilidad del químico fue su hijo Fabián, acusado de interferir en asuntos de gobierno sin ser funcionario, y después detenido por defraudación fiscal; el flanco débil de Núñez fue su esposa, igualmente multicitada por interferir en temas de exclusiva competencia del Ejecutivo, así como por un protagonismo que rayaba en la “extravagancia”. La pregunta es, ¿tendría el mismo final que el vástago de Granier? Sólo el tiempo y la voluntad de hacer justicia lo dirán.