A la caza de “aviadores”
EN EL GOBIERNO DE ADÁN AUGUSTO LÓPEZ HERNÁNDEZ LA COSA PARECE IR EN SERIO.
es una novedad. Lo que sucede es que la presencia de “aviadores” en las dependencias estatales y federales se había normalizado, y no pasaba de ser un tema trivial de café, y luego nada ocurría en cada cambio de administración.
Sólo que ahora en el gobierno de Adán Augusto López Hernández la cosa parece ir en serio. Tan en serio que más de uno de los funcionarios de la pasada administración que todavía siguen, ya les pidieron a sus aviadores que se pongan el uniforme y lleguen a trabajar, por lo menos en lo que son relevados, para justificar los jugosos salarios que aún ganan.
En la Secretaría de Educación, su titular Guillermo Narváez Osorio no lo pensó dos veces para solicitar una auditoría que le permitirá identificar a los cientos de “aviadores” que cobran, y que nunca se pararon por un salón de clases u oficinas. La limpia va, es un hecho. Tampoco es difícil asegurar que el mismo caso se repetirá en otras dependencias estatales – y hasta federales- en la medida en la que, en efecto, se contrasten las listas de las nóminas, los nombres, lugares de trabajo y tareas realizadas.
En más de una dependencia también descubrirán, como sucedió en el Infortab, que los funcionarios habilitaban a los trabajadores para ser nanas, choferes, lavacarros o incluían en sus nóminas a los amigos sin dar golpe. El solo hecho de que se haya visibilizado el problema y anunciado su decidido combate es un avance importante, y marca diferencia con gobiernos que no hicieron nada. La decisión del nuevo gobierno de “acabar” con los aviadores ha sido bien recibida por la población, que espera que los excesos y abusos de los funcionarios disminuyan, porque hablar de desaparecerlos sería no ser realista cuando nadie está exento de volver a repetir la práctica. Veremos cuántos resisten la tentación y no fallan.
BUEN INICIO
La diputada y presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Betty Milland, empezó muy bien el año. Mejor asesorada, se le ve sincronizada con los poderes del Estado, en particular con el Ejecutivo.