AMLO: cuando medios estorban
Minutos después de la explosión en Tlalhuelilpan, Hidalgo, sucedida a las 19:10 horas el viernes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue informado por el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval.
Se encontraba en el hotel donde se hospedaría en Aguascalientes. También habló por teléfono con los secretarios de Marina, Rafael Ojeda, y de Seguridad, Alfonso Durazo. Les dio instrucciones y decidió trasladarse de inmediato al sitio de la tragedia. Optó por recorrer los 435 kilómetros por tierra. Unas 4 horas y media.
Alrededor de la 1 de la mañana, gracias a las “benditas redes sociales” se supo que López Obrador estaba en Tlalhuelilpan: un tweet de un video de 10 segundos tomado por su Ayudantía, en el que se le ve llegando, en medio de una valla de soldados. Ahí ya se encontraban Sandoval, Durazo, Ojeda y el director de Pemex, Octavio Romero.
Deliberadamente, el mandatario no le avisó a su equipo de comunicación, como él mismo lo reveló. Los periodistas que hacían la cobertura de la gira de López Obrador por Zacatecas, nos encontrábamos en León, Guanajuato, para los eventos del día siguiente.
Desde horas antes, preguntas reiteradas y la misma respuesta oficial: la agenda del presidente continuaría conforme a lo previsto.
Ayer, así argumentó López Obrador porqué la secrecía: “No aviso a nadie para no traer la comitiva y luego hacer un mitin en vez de ir a trabajar como se necesitaba. Pero si yo anuncio: ‘voy a Hidalgo’, les digo aquí cariñosamente, fraternamente, que no me hubiesen dejado. Llego y había pocos medios de información, casi sin medios, muy pocos, y puedo hacer el trabajo”.
En esos momentos, dice AMLO, los medios estorban.