Ignorancia mata razón
¿Hombres, mujeres y niños jugando en “una fuente” de gasolina, sabiendo que era robada, e inconscientes del peligro letal?
La ignorancia daña más que las balas.
¿Y los llamados del presidente para que las comunidades no participen de las “ordeñas”? (muy pronto, la Cámara aprobará la extinción de dominio de predios vinculados al huachicol).
Claramente, en los videos difundidos en redes, se observa como los lugareños se burlan de lo que hacen, retan al Ejército -al verse muy superados en número, los soldados hicieron bien en no enfrentarlos- y convierten la ocasión en una auténtica fiesta de ladrones.
No pueden decir más los mexicanos que la corrupción no es combatida; que PEMEX continúa siendo botín de la Mafia del Poder, ni que en Palacio Nacional hay un títere (la vida de AMLO corre peligro a cada instante, por liderar la 4T).
Toca entonces a la ciudadanía, sin pretextos estúpidos como que la pobreza “justifica” acciones como el de los pobladores de Tlahuelilpan robando combustible, cumplir con su parte y acatar la ley.
En la batalla contra la corrupción y la impunidad, del gobierno o de la sociedad, lo único que prosperará es ¡cero tolerancia!
Si está vivo, quien fracturó el ducto debe ser encarcelado por homicidio imprudencial al propiciar con su barbaridad el deceso de una cifra de personas que muy probablemente superará 90.
Increíblemente, todavía no se legisla para castigar con mayor severidad el huachicol. No es grave, por eso los delincuentes entran y salen de prisión.
Como prioridad de prioridades, Andrés Manuel López Obrador debe regresar al país, lo más pronto, al sendero del respeto a la legalidad y a las normas de convivencia. Por el bien de todos, y antes de que nos matemos entre nosotros.